La camarera le pregunta qué va a pedir y él responde: a ti. Yo no estoy en el menú, contesta ella. Pero es que estoy enamorado de ti, insiste él. De tus largas pestañas, que no me importaría encontrar en mi sopa. De tus caderas, que se mueven al compás de la vida. De tu boca, que me incita a la gula. Del amor deconstruido en ti, en definitiva. La camarera se le queda mirando durante unos segundos y finalmente dice: Veré qué puede hacer el chef.
2 comentarios:
... que es mi amante. Y hace cosas en tu plato que tú no vas a ver.
jajaja... Malvado!
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