lunes, 8 de marzo de 2010

Terremotos

—Arrepentíos —dice un cura que aprovecha la catástrofe para hacer proselitismo—. Dios os ha castigado por vuestra falta de fe, por no obedecer sus mandamientos. Aceptad a Cristo como vuestro salvador y éste os protegerá de toda desgracia.
—Perdone, pero entonces Dios trabaja como la mafia —protesta un hombre que busca entre las ruinas de su casa.
—¿Veis, hermanos? Es por culpa de estas actitudes heréticas que Dios nos castiga —grita el cura.
La gente responde apedreando al hombre.

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