domingo, 20 de diciembre de 2009

Bailes de salón

Cómo vamos a bailar un vals, si sólo tienes una pierna, le dice la bailarina al soldadito del cuento de Andersen. El soldadito clava en ella su mirada de plomo y contesta que es un soldado poeta, que es como Rimbaud (cojo) y que ha visto la verdad detrás del velo que es el mundo. Ella dice: eso no contesta a mi pregunta. Bueno, suspira el soldadito, puedo girar sobre mi única pierna, como una peonza, y tú abrazarte a mí. Como un tiovivo, dice la bailarina. Y bailan abrazados en el centro del mundo y el soldadito de plomo piensa: qué bonita sonrisa tiene dibujada en la cara (claro, es una muñeca).

No hay comentarios: