jueves, 20 de abril de 2006

10 relatos malvados

En la oficina empezaron a suceder cosas extrañas: se encendían ordenadores solos, los informes aparecían fuera de su sitio, varias secretarias aseguraban haber escuchado pasos en pasillos vacíos... El misterio se aclaró, semanas después, cuando Martínez fue a los servicios y se encontró al difunto García miccionando. Al momento llamaron al director, que le recriminó su actitud al fantasma: "¡García, esto es irregular, lleva un mes muerto!". García contestó, mientras se subía la cremallera, que su fidelidad a la empresa era absoluta y que, si no había faltado ni un solo día al trabajo en veinte años, no iba a empezar ahora, como era natural. Al director le pareció que aquello tenía sentido, por lo que respondió: "bien, siga con lo que estaba haciendo".

Sin embargo, los compañeros de García no estaban de acuerdo con esta situación. "Nuestro contrato no nos obliga a trabajar con gente muerta", repetían los descontentos. Además, la costumbre de García de aparecer por detrás sin avisar no ayudaba a calmar los ánimos. Ante la amenaza de huelga, el director de la empresa se vio obligado a despedir a García, que lo aceptó con resignación.

Al día siguiente, empezaron a denunciarse apariciones en el INEM.

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