Todas las lolitas tristes sentadas en el parque. Yo y mi
neverending story con la belleza. Ayer fue otro de esos días raros que parecen seguir un guión preestablecido. Después de superar los peores presagios, el día pareció terminar con una celebración de la juventud. La vida es beber una cerveza mientras escuchas "Saturday sun", de Nick Drake, y olvidas todas las preocupaciones. Pero luego me volví a encontrar con la chica más guapa del mundo. De haber pasado por allí un minuto antes o un minuto después, no la habría visto. Cómo fomentar el solipsismo militante. Otro día raro.
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