martes, 29 de noviembre de 2005
Fin, otra vez
Sólo me muevo en términos absolutos: a veces estoy convencido de mi propia genialidad, otras veces pienso que soy la persona más estúpida del mundo, la menos importante, una mota de polvo entre personas reales. Podría suicidarme mañana y gente para la que podría ser necesario nunca me necesitaría. Nunca sabrían qué pienso, si es que pienso algo; qué siento, si es que siento algo; no podrían odiarme o tenerme simpatía. Podría haberme suicidado hace 3 años y te habría roto el corazón antes de que tú me lo rompieras a mí. Llegados a este punto, no puedo negar que yo también estaba un poco enamorado de mi forma de mirarte.
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