miércoles, 31 de agosto de 2005

Descuentos de ocasión

Anoche soñé que estaba en una fiesta pasándolo relativamente bien cuando se me acercó Benedicto XVI, que casualmente estaba también allí, para presentarme a una chica preciosa. Yo desconfié, ya que el Papa y yo tenemos nuestras discrepancias y además vete tú a saber si la chica no era una beatilla que iba a rezar por mí por mirarle las tetas más de lo estipulado, pero resultó que era muy simpática y agradable y hablaba con auténtica pasión acerca de las ventajas de arrancarme la ropa. Entonces aparecieron Sacco y Vanzetti para que intercediera por ellos intentando convencerme de lo perjudicial que sería para su causa que me acostara con la chica en cuestión, pero repliqué que mi compromiso con el anarquismo se acababa en cuanto entraba en conflicto con mi compromiso con el sexo. Se marcharon enfadados, el Papa me susurró: "Descuentos de ocasión" y me desperté.

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