lunes, 7 de febrero de 2005

El amor en fuga

Hace poco estaba hablando con una simpática y agradable fémina acerca de mi afición por las mujeres, por lo que en cierto momento de la conversación comenté que, como Antoine Doinel (toma coña pedante), prefería las chicas de buena familia. Con eso, dije, me refería a las chicas finas, delicadas, femeninas y bienhabladas. Ella entonces me llamó machista. Yo no había dicho que las mujeres debían estar en casa cuidando a los hijos o que no deberían tener derecho a votar, simplemente había admitido que me gustaban más las mujeres que dicen "no me da la gana" que las que dicen "no me sale de los cojones". Pero aun así era un machista.

Por cierto, no me gusta que a los toros te pongas la minifalda.

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