martes, 16 de noviembre de 2004

Polimorfismos

Nunca sé cuándo me habla el corazón y cuándo la cabeza. No es que tengan un idioma muy parecido en circunstancias normales, sino que los muy traidores disfrutan disfrazándose el uno del otro.

Los más peligrosos son la cabeza disfrazada de corazón y el corazón disfrazado de corazón.

Y si estás pensando en Anne Igartiburu es que ves demasiado la tele.

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