domingo, 30 de noviembre de 2014
Las madres fundadoras
Me senté frente a las madres fundadoras de mi dolor y les expliqué que no sabía quién era yo. Sonrieron, comprensivas, y declararon que eso era normal, que todos nos sentimos confusos. Sí, pero habrá que volver a alguna casa, repuse, y no sé dónde está la mía. Qué casa, contestaron entre risas, si no te espera nadie en ella, sólo un nicho en el que morir cubierto de polvo.
sábado, 29 de noviembre de 2014
Recuperar la inspiración
Releer después de mucho tiempo una de tus viejas libretas y pensar: ¡qué grandes ideas tenía esta persona! Y aprovecharlas. Y sentirte un ladrón.
viernes, 28 de noviembre de 2014
jueves, 27 de noviembre de 2014
La vejez
—¿Y qué sabe usted de la vejez?
—No gran cosa, pero la veo asomar por ahí, en el horizonte.
—Eso es una colina.
—Claro. Porque es usted joven y tiene buena vista.
—No gran cosa, pero la veo asomar por ahí, en el horizonte.
—Eso es una colina.
—Claro. Porque es usted joven y tiene buena vista.
miércoles, 26 de noviembre de 2014
Diario, 10 de diciembre de 2008
Resulta curioso lo equivocadas que están las mujeres con respecto a lo que me motiva para escribir. «Así escribirás mejor», me dijo A cuando me dejó. Estuve meses sin escribir una palabra, claro, y lo único que hice fue perder peso y pelo. Pero seguro que ella sigue pensando que me hizo un favor, que se escribe mejor desde el desaliento, que la desesperación es buena compañera de cama para la literatura y vete a saber qué chorradas más. Hace poco hablé con B y me dijo algo parecido: «en realidad a ti te viene bien que sea así contigo». Podría haberle explicado que precisamente es eso lo que me empuja a mandar todo a tomar por culo, pero para qué perder el tiempo.
martes, 25 de noviembre de 2014
Nosotros, los viejos lectores
Nosotros, los viejos lectores, somos el público más fiel. En la lectura encontramos una pasión que la vida no puede ya prometernos. No una esperanza, sino una nostalgia. Todas las vidas que pudimos haber tenido. Podemos ser jóvenes de nuevo, viajar al pasado y enmendarlo o llevar una vida parecida, pero mejor narrada.
lunes, 24 de noviembre de 2014
El elemento sentimental
—Yo quisiera encontrar el amor, pero es un elemento extraño, apenas se encuentra en la naturaleza.
—¿Y en laboratorio?
—Puede, sí, pero será un tanto inestable.
—Vaya calamidad.
—Sí.
—¿Entonces sólo podemos encontrar el amor en un acelerador de partículas?
—Hay posibilidades.
—¿Y en laboratorio?
—Puede, sí, pero será un tanto inestable.
—Vaya calamidad.
—Sí.
—¿Entonces sólo podemos encontrar el amor en un acelerador de partículas?
—Hay posibilidades.
domingo, 23 de noviembre de 2014
El dolor es distinto (2)
Pero es imposible domesticar al dolor. No hay manera de domarlo. Come cuando quiere comer, no cuando tú lo llamas. Tampoco puedes sacarlo a pasear (esto lo hemos intentado), es siempre él quien te conduce a ti.
sábado, 22 de noviembre de 2014
El dolor es distinto
El dolor es distinto, ya no es una bestia furiosa que amenaza con destruirlo todo. También la bestia está cansada. Ahora sólo ataca si la molestas, si te acercas a su guarida, lo que es una aventura peligrosa y estúpida: ¿quién desea acercarse al dolor? Dejemos que duerma, que hiberne, todavía nos estamos recuperando de su último ataque.
viernes, 21 de noviembre de 2014
Interestelar
—Señorita, yo la amo, pero sé que estamos a años luz de distancia, pues no nos conocemos de nada. Por eso opto por esta declaración de amor directa y temeraria; considere que es un atajo a través de un agujero de gusano fruto de esa fuerza tan poderosa y de cinco dimensiones: el amor.
jueves, 20 de noviembre de 2014
miércoles, 19 de noviembre de 2014
Vocación de sufrimiento
—Yo quiero una mujer que me ame en mis peores momentos.
—Un trabajo a jornada completa, entonces.
—Un trabajo a jornada completa, entonces.
martes, 18 de noviembre de 2014
El lenguaje del amor
Aprendió música para sentirse más cerca de la chica que amaba, una pianista, pero no le sirvió de mucho, pues ella se mudó a otro país. Da igual, respondía él cuando le preguntaban, ahora ya sé su idioma y, si vuelve, estaré preparado.
lunes, 17 de noviembre de 2014
Cambiar el mundo
Yo todavía creo que puedo cambiar el mundo, me dice un joven escritor. Y yo me pregunto cuándo dejé de pensar eso. Si es que alguna vez lo pensé, que no lo tengo nada claro.
domingo, 16 de noviembre de 2014
Volver a empezar
Una vez leí a un joven autor que se congratulaba de tener editorial garantizada para sus futuras obras. Qué envidia me dio: tener editor como el que tiene médico de cabecera. Yo, por el contrario, cuando publiqué mi primer libro me pregunté si habría un segundo. Y ahora que voy a publicar el segundo me pregunto si habrá algún otro o eso será todo. No hay garantías de nada, cada día frente a la página en blanco es empezar de cero.
sábado, 15 de noviembre de 2014
Entregarse a la vida
Yo me entrego a la vida, sí. Me entrego como un fugitivo que se ha cansado de escapar y que acepta ya su suerte.
viernes, 14 de noviembre de 2014
El contrato
Señoría, la denunciada y yo teníamos un contrato verbal: nos íbamos a casar. Este acuerdo lo rompió ella de manera unilateral y comprendo que no se puede obligar a alguien a casarse contra su voluntad, pero no es eso lo que solicito, lo que reclamo es una indemnización económica por incumplimiento de contrato. Tantos sentimientos invertidos que se perdieron sin más...
jueves, 13 de noviembre de 2014
miércoles, 12 de noviembre de 2014
El miedo
Lanza mi sobrino de tres años sus camiones de juguete por el pasillo y luego me pide que los recoja yo. Por qué, le pregunto y me responde que le da miedo la oscuridad. Al final alcanzamos un acuerdo de mínimos y vamos juntos a por ellos, cogidos de la mano, y pienso que lo mío es parecido, pero no con la oscuridad, sino con la gente.
martes, 11 de noviembre de 2014
Zarabandas
Bailemos esta danza que nunca se acaba, dijo la niña, pero al anciano le entró miedo porque le pareció que ya no era su nieta, sino la muerte.
lunes, 10 de noviembre de 2014
Los viejos
Sí, lo comprendo, está usted haciendo una encuesta y quiere saber mi opinión, pero no nos pregunte a los viejos, que estamos llenos de odio. Es por culpa
de la nostalgia, ¿sabe? Porque uno recuerda el pasado y se ve joven, lleno de vitalidad, persiguiendo mujeres y alcanzándolas... Ahora eso ya no pasa, aunque el impulso vital sigue ahí, escondido. Uno sólo puede mirar a las chicas y pensar: soy un viejo verde, cuando ayer era un joven lozano y el mundo iba a ser mío, ¿cómo ha podido pasar esto? Y te invade la amargura, estás todo el día de mal humor, quejándote del presente y defendiendo el pasado sólo por vanidad, porque te sentiste protagonista en él.
domingo, 9 de noviembre de 2014
El nombre
Una mañana, al mirarse en el espejo, Antonio Fernández entendió que él no se llamaba así, sino Víctor Maldonado. Telefoneó a sus padres para comunicarles este descubrimiento. Y a su novia, que tampoco lo entendió. La administración también se mostró poco comprensiva. Qué era eso de cambiarse el nombre de forma unilateral después de tantos años de «antoniofernandismo», alegaban. Ustedes no lo entienden, respondía Maldonado, mi anterior nombre era una farsa, a mí me pega mucho más llamarme Víctor Maldonado, no va con mi físico ni mi personalidad el anterior nombre.
sábado, 8 de noviembre de 2014
De la democracia
Para neutralizar el peligro populista, los dos partidos mayoritarios cambiaron la Constitución:
Artículo 1.
1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
2. La soberanía nacional reside en los mercados, de los que emanan los poderes del Estado.
Artículo 1.
1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
2. La soberanía nacional reside en los mercados, de los que emanan los poderes del Estado.
viernes, 7 de noviembre de 2014
Los hijos son el futuro
—Te quiero, pero he decidido no tener hijos contigo.
—¿Por qué? ¿Crees que no sería buen padre?
—Serías un padre estupendo, el problema está en tus genes.
—¿Cómo? Si no tengo ninguna enfermedad hereditaria, cariño.
—Pero eres muy peludo. Eso es un remanente del mono y yo quiero que mi hijo esté al día con la evolución.
—¿Qué?
—Es nuestra responsabilidad como seres humanos. Tenemos que remar todos juntos en la misma dirección.
—¿Por qué? ¿Crees que no sería buen padre?
—Serías un padre estupendo, el problema está en tus genes.
—¿Cómo? Si no tengo ninguna enfermedad hereditaria, cariño.
—Pero eres muy peludo. Eso es un remanente del mono y yo quiero que mi hijo esté al día con la evolución.
—¿Qué?
—Es nuestra responsabilidad como seres humanos. Tenemos que remar todos juntos en la misma dirección.
jueves, 6 de noviembre de 2014
miércoles, 5 de noviembre de 2014
El viaje a Viena
—He pensado que podríamos hacer un viaje a Viena para celebrar nuestro amor. Dentro de dos meses, que hay buenas ofertas. ¿Qué opinas?
—Pues que yo no sé si te voy a querer en dos meses.
—¿Qué?
—El amor es un elemento volátil, una inversión de alto riesgo. Ahora mismo te quiero y me apetece hacer un viaje contigo, pero ¿dentro de dos meses? Pueden pasar muchas cosas, no puedo hipotecarme así. Imagina que nos odiamos para entonces, ¿qué haríamos? ¿Perder el dinero? ¿Viajar de todos modos y pasarlo mal? ¿Simular que seguimos queriéndonos y pasarlo lo mejor posible?
—La última sería mi opción, pero ahora estoy de acuerdo contigo: no sería buena idea hacer un viaje romántico, no.
—Pues que yo no sé si te voy a querer en dos meses.
—¿Qué?
—El amor es un elemento volátil, una inversión de alto riesgo. Ahora mismo te quiero y me apetece hacer un viaje contigo, pero ¿dentro de dos meses? Pueden pasar muchas cosas, no puedo hipotecarme así. Imagina que nos odiamos para entonces, ¿qué haríamos? ¿Perder el dinero? ¿Viajar de todos modos y pasarlo mal? ¿Simular que seguimos queriéndonos y pasarlo lo mejor posible?
—La última sería mi opción, pero ahora estoy de acuerdo contigo: no sería buena idea hacer un viaje romántico, no.
martes, 4 de noviembre de 2014
Tus quince minutos
—Buenos días, veníamos a hacerle una entrevista.
—Creo que me confunden con otra persona: yo no soy famoso.
—No es ningún error, se trata de un programa del gobierno para hacer sentir importante a la gente. Se llama: Tus quince minutos. Todos merecemos un pequeño momento de fama, ser entrevistados, que se escuchen nuestras opiniones.
—¡Qué guay! ¿Y esto se va a publicar?
—Hombre, claro que no, no hay presupuesto para eso. Además, ¿a quién le iba a interesar leerlo?
—Creo que me confunden con otra persona: yo no soy famoso.
—No es ningún error, se trata de un programa del gobierno para hacer sentir importante a la gente. Se llama: Tus quince minutos. Todos merecemos un pequeño momento de fama, ser entrevistados, que se escuchen nuestras opiniones.
—¡Qué guay! ¿Y esto se va a publicar?
—Hombre, claro que no, no hay presupuesto para eso. Además, ¿a quién le iba a interesar leerlo?
lunes, 3 de noviembre de 2014
Hacer cola
Esperar en las colas forma parte de un programa del gobierno para que reflexionemos. La vida moderna está llena de prisas y es difícil encontrar un hueco para meditar. Por eso, para darnos esos momentos de introspección que nos merecemos, nos hacen esperar en los edificios públicos y también en ciertos establecimientos comerciales subvencionados.
domingo, 2 de noviembre de 2014
La escritura romántica
Señorita, usted no me conoce, pero he decidido amarla por correspondencia, como hacían los antiguos, que eran más elegantes. No la he escogido al azar, aunque el amor es ciertamente azaroso, sino que fue una decisión meditada: la cosa estaba entre su vecina y usted y ganó usted. Sirva el dinero que gastaré en sellos como prueba de que mis sentimientos son sinceros.
sábado, 1 de noviembre de 2014
La novela (2)
Pero yo no habría podido escribir la novela sin Sonia. Estaba demasiado loco y ella me da la tranquilidad necesaria para sentarme a hacer cosas a largo plazo. Mis periodos de estabilidad anteriores no duraban lo suficiente, sólo me permitían escribir microrrelatos y, a veces, con suerte, relatos algo más largos.
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