martes, 31 de octubre de 2017
Declaraciones intempestivas
—Dicen que los paralíticos sueñan que vuelven a andar. Yo sueño contigo.
lunes, 30 de octubre de 2017
Un cinco por ciento de realidad
Cinco panecillos integrales por un euro, dice un cartelito en el supermercado. Pero leo en los ingredientes que sólo contienen un cinco por ciento de harina integral, siendo el resto blanca. Por un momento me planteo comprarlos con una moneda de cinco céntimos y asegurar a la cajera que en realidad se trata de un euro.
domingo, 29 de octubre de 2017
Remedios
—La risa es la mejor medicina.
—Hombre, no sé, yo creo que un sifilítico prefiere penicilina.
—Hombre, no sé, yo creo que un sifilítico prefiere penicilina.
sábado, 28 de octubre de 2017
La fibra
Me para un tipo para preguntarme si tengo fibra óptica en casa. Le digo que no e intento seguir mi camino, pero me detiene. Puedo tenerla por treinta euros, asegura. No podría pagarla aunque fuera sólo treinta euros al año, le respondo yo. Treinta eurillos al mes no es nada, contesta él con un hilo de voz. Treinta euros al mes son un señor dinero para mí, pero ¿cómo hacer que lo entienda? Si no tengo fibra es porque no puedo permitírmela, pero él parece creer que es porque nunca me ha parado nadie en la calle para ofrecérmela. Si esto fuera una historia ejemplar, ahora diría que apareció un señor de aspecto adinerado que se ofreció a contratarla por mí. «Ningún español sin fibra óptica, sobre todo si tiene cara de muerto de hambre como este de aquí». Pero no ocurre nada parecido. Simplemente le digo al tipo que no puede ser, que quizá en el futuro si me toca la lotería, y le dejo allí con su fibra óptica accesible para casi todos.
viernes, 27 de octubre de 2017
Diferentes perspectivas
Todo lo que escribo me parece fallido, sólo cuando pasa el tiempo y vuelvo a releerlo encuentro que no está tan mal (alguna vez hasta me parece bueno). Es un poco absurdo esto. De ser médico, seguro que pensaría que mis pacientes han muerto por mi culpa y me sorprendería de tanto en tanto al encontrármelos en la calle con buena salud.
jueves, 26 de octubre de 2017
Infraestructuras
No piense usted que me odio activamente, eso sería agotador. No, lo mío es un desprecio soterrado, como las vías del metro. Para no molestar a nadie, ya sabe. Aunque en el metro al menos ves gente, mientras que aquí sólo estoy yo.
miércoles, 25 de octubre de 2017
Un mensaje imposible
Oye, me he dejado el móvil en casa, así que no me escribas por aquí, que no puedo leerlo.
martes, 24 de octubre de 2017
Casi
Mi vida la define el «casi». Casi esto, casi lo otro. «Casi vivió» como epitafio. Y ya no sé si la culpa la tuvo la falta de capacidad o la de convicción.
lunes, 23 de octubre de 2017
Enfrentamientos
A menudo me miro en el espejo, pero no por narcisismo, sino para hablarme cara a cara. Me digo, por ejemplo: qué loco estás. Y mi reflejo me devuelve una sonrisa conciliadora.
domingo, 22 de octubre de 2017
sábado, 21 de octubre de 2017
Un alto en el camino
Ahora que me adentro en la decrepitud y se hunden mis sueños de grandeza en los légamos del ayer, ¿ha llegado el momento de hacer balance? Cuando lo mío es el desequilibrio (mental, emocional, vital) y este funambulismo a través de los años es producto tan sólo de la casualidad. ¿Es esto la mitad de tu vida, Noguera? Si es así, tiene aspecto de área de servicio abandonada. ¿Qué rumbo llevas? Deja de palparte los bolsillos como si estuvieras buscando el mapa, ambos sabemos que saliste de casa sin él. Podrías preguntarle a alguien, claro, pero no parece que por esta carretera pase mucha gente.
viernes, 20 de octubre de 2017
Doble check azul
La quise muchísimo. Ella a mí no me quiso, pero creo que hubo momentos en que le gusté. Sin embargo, siete meses después, mi mensaje de felicitación sigue sin tener una respuesta. Por qué le caeré tan mal a esta chica, me pregunto. Es a ella a quien tendrías que preguntar, podría decirme alguien, pero creo que todas las normas de protocolo desaconsejan algo así. Alba una vez me dijo que tenía el don de irritarla con cualquier cosa que dijera y siempre he sospechado que esta habilidad mía no se limitaba a una sola mujer.
Es frustrante. Callar siempre para no molestar. La imagino el día de su cumpleaños, leyendo un mensaje de felicitación tras otro. Ve el mío y pasa de inmediato al siguiente, un mensaje que sí querrá responder. Es muy extraña la vida y, sobre todo, esta capacidad mía de ofender. Recuerdo una vez, hace siete años, que me llamó llorando y le estuve diciendo tonterías para animarla. Tal vez le recuerdo momentos de debilidad semejantes y por eso actúa así. O quizá simplemente hice algo que he olvidado. Puede que no sea buen cronista de mi vida y me engañe todo el rato.
Es frustrante. Callar siempre para no molestar. La imagino el día de su cumpleaños, leyendo un mensaje de felicitación tras otro. Ve el mío y pasa de inmediato al siguiente, un mensaje que sí querrá responder. Es muy extraña la vida y, sobre todo, esta capacidad mía de ofender. Recuerdo una vez, hace siete años, que me llamó llorando y le estuve diciendo tonterías para animarla. Tal vez le recuerdo momentos de debilidad semejantes y por eso actúa así. O quizá simplemente hice algo que he olvidado. Puede que no sea buen cronista de mi vida y me engañe todo el rato.
jueves, 19 de octubre de 2017
En estos días
Hace diez años, más o menos por estas fechas, estaba yo cortando con mi novia de entonces, una chica que me detestaba (lo que ha sido la norma durante casi toda mi vida, por cierto). Ah, qué de cosas vividas a partir de aquel momento. Recuerdo que el maltrato al que me había acostumbrado me afectó a la hora de relacionarme con otras chicas después. Tuve que aprender que, a priori, no había necesariamente un comentario ofensivo esperándome a cada instante. De haber contado con ese conocimiento, seguro que me habría ido mejor con aquellas chicas. Ninguna mujer se enamora de la inseguridad de un hombre. Ni de la devoción que éste le muestra, supongo.
A veces me pregunto qué habrá sido de mi ex novia, si habrá madurado en esta década o seguirá siendo aquella persona tóxica. Lo último que supe es que se había casado en Inglaterra con un tipo de allí. Tal vez hace falta irse a otro país para cambiar de personalidad.
A veces me pregunto qué habrá sido de mi ex novia, si habrá madurado en esta década o seguirá siendo aquella persona tóxica. Lo último que supe es que se había casado en Inglaterra con un tipo de allí. Tal vez hace falta irse a otro país para cambiar de personalidad.
miércoles, 18 de octubre de 2017
La juventud aparente
«Quiero hacer una transferencia, ¿me costará dinero?», pregunto en mi banco. «Pues eso depende», me contestan, «¿tienes menos de veintiocho años?». Yo no sé si lo pregunta en serio o si se trata de una estrategia para fidelizar a los clientes a través del halago.
martes, 17 de octubre de 2017
En la calle
Una mujer china golpea con una barra de hierro a un hombre de raza negra mientras llama a gritos a la policía. Los transeúntes se limitan a mirar con cara de pasmo, excepto un hombre blanco que se mete entre los dos, ocasión que aprovecha el negro para montarse en una bici y escapar. Adiós, dice con sorna mientras se aleja en la bicicleta. Entonces el hombre blanco le dice a la china: llama a la policía, que voy a seguirlo. Un plan un poco raro, pensará la mujer, que ella ya lo tenía reducido y a su merced. Pero tengo que marcharme y me quedo sin saber cómo termina la historia.
lunes, 16 de octubre de 2017
Los problemas de la edad
A veces me miro en el espejo y pienso: tengo treinta y siete años, no es mala edad. Pero es mentira, tengo ya treinta y nueve. A mi edad, todos mis ídolos habían hecho un montón de cosas importantes. Leonard Cohen había publicado seis poemarios, dos novelas y cuatro álbumes de música. Dostoievski llevaba ya seis novelas. Neil Young tenía dieciséis álbumes, casi nada. A Kafka le quedaban menos de dos años para morir. Es evidente que mi ritmo no es el adecuado.
domingo, 15 de octubre de 2017
El frigorífico
Hay poca épica en un frigorífico estropeado. En principio, no es material novelístico. Habría que incluir algún otro personaje, quizá el técnico e improvisar algo vodevilesco. O bien hacer que la máquina se comporte de forma extraña. Que se convierta en una máquina del tiempo, por ejemplo, que era la idea original para Regreso al futuro. Viajar a otras épocas es un precio aceptable a cambio de no poder enfriar los alimentos.
sábado, 14 de octubre de 2017
viernes, 13 de octubre de 2017
Todos los panes del mundo
—He decidido casarme con la panadera.
—Guapa chica, sí.
—Su belleza es lo de menos: yo pienso en el futuro, en asegurarme el pan de cada día.
—Guapa chica, sí.
—Su belleza es lo de menos: yo pienso en el futuro, en asegurarme el pan de cada día.
jueves, 12 de octubre de 2017
Todos los planes del mundo
Yo tenía todos los planes del mundo, ¿sabe? Pero los perdí en algún momento, en el camino, al distraerme. Y luego no quise ponerme a recordarlos porque eso es lo que hacen los viejos, que viven siempre en el pasado. Todos los planes del mundo. Quizá no eran para tanto, en realidad. Pero cómo saberlo ahora.
miércoles, 11 de octubre de 2017
Patriotas del azar
Sentir orgullo por ser español tendría sentido si uno tuviera que esforzarse mucho para alcanzar la españolidad. Que uno dijera cosas como: «por fin he logrado la españolidad, me ha costado treinta años de duro trabajo». Estaría bien, por ejemplo, que tu nivel se determinara como en las artes marciales, según el color de tu cinturón. «Yo es que soy cinturón negro en españolidad, hijo de puta». Pero no: resulta que ser español es algo puramente accidental y que no requiere ninguna acción por tu parte. Patriotas del azar, que podría ser el título de una novela. O de un disco de música pop.
martes, 10 de octubre de 2017
El cumpleaños de Sonia
—Así que esto es la treintena —dijo Sonia.
—Sí, bienvenida por fin —respondí.
—No te emociones tanto, que tú la abandonas el año que viene.
—Te insultaría gravemente por ese comentario, pero estaría feo en el día de tu cumpleaños.
—Por eso aprovecho. ¡Hoy todo me está permitido!
—Tendrías que atracar el banco de la esquina.
—Tampoco exageremos. ¿Sabes una cosa? La verdad es que no me siento distinta a ayer.
—Claro, es que sigues siendo la niña más bonita del mundo.
—Gracias.
—No, gracias a ti por dejarme empezar cada día a tu lado y hacer que la vida merezca la pena.
—Qué bonito eso también.
—No soy capaz de imaginar la vida sin ti; quiero que envejezcamos juntos.
—Vale, pero me llevas bastante ventaja.
—Sí, bienvenida por fin —respondí.
—No te emociones tanto, que tú la abandonas el año que viene.
—Te insultaría gravemente por ese comentario, pero estaría feo en el día de tu cumpleaños.
—Por eso aprovecho. ¡Hoy todo me está permitido!
—Tendrías que atracar el banco de la esquina.
—Tampoco exageremos. ¿Sabes una cosa? La verdad es que no me siento distinta a ayer.
—Claro, es que sigues siendo la niña más bonita del mundo.
—Gracias.
—No, gracias a ti por dejarme empezar cada día a tu lado y hacer que la vida merezca la pena.
—Qué bonito eso también.
—No soy capaz de imaginar la vida sin ti; quiero que envejezcamos juntos.
—Vale, pero me llevas bastante ventaja.
lunes, 9 de octubre de 2017
La realidad imita al arte
—¡Hola, cariño!
—¿Cariño? Te recuerdo que cortamos hace muchos años.
—Ya, pero he pensado que podríamos celebrar una reunión conmemorativa, como hacen las series de televisión en Estados Unidos a los veinte años de la emisión del primer capítulo y cosas así.
—Ah, entiendo. Recordar nuestra relación con la nostalgia propia de las ficciones televisivas. El caso es que lo nuestro fue cancelado cuando la actriz principal abandonó el rodaje de la tercera temporada porque no quería quedar encasillada en el mismo papel, así que mejor no revisitar aquellos momentos de acrimonia y desempleo amoroso.
—¿Cariño? Te recuerdo que cortamos hace muchos años.
—Ya, pero he pensado que podríamos celebrar una reunión conmemorativa, como hacen las series de televisión en Estados Unidos a los veinte años de la emisión del primer capítulo y cosas así.
—Ah, entiendo. Recordar nuestra relación con la nostalgia propia de las ficciones televisivas. El caso es que lo nuestro fue cancelado cuando la actriz principal abandonó el rodaje de la tercera temporada porque no quería quedar encasillada en el mismo papel, así que mejor no revisitar aquellos momentos de acrimonia y desempleo amoroso.
domingo, 8 de octubre de 2017
El sistema
Se miró en el espejo, que le devolvió la nada. Por fin había dejado de tener rostro. Se había vuelto anónimo, como pedía el gobierno. Sólo un engranaje más de la maquinaria, para que el sistema pudiera funcionar correctamente.
sábado, 7 de octubre de 2017
La buena noticia
«Creo que eres el escritor con menos contactos del mundillo editorial en Facebook que conozco», me dijeron allá por 2011. La buena noticia es que por mí no pasan los años.
viernes, 6 de octubre de 2017
Desaceleración
Nada es urgente ya. Hubo un tiempo en que sí, pero ahora es tarde para corregir el rumbo, ¿qué importancia tienen las decisiones que tome uno en esa situación? De alguna manera es liberador. Sólo hay que sentarse y esperar a que el barco se vaya a pique.
jueves, 5 de octubre de 2017
Soñando
Soñé que Sonia y yo íbamos juntos al instituto, pero ya no era el mismo de mi adolescencia, ahora los pasillos parecían estar excavados en la roca o quizá las paredes estaban recubiertas de hormigón. Era difícil de determinar, la materia en los sueños a veces se presenta de forma poco clara. En cualquier caso, allí estábamos y ella tenía que acudir a clase de historia del arte, que por algún extraño motivo la impartía mi profesor de estética de la facultad, un tipo severo y antipático, pero no tenía el libro de la asignatura y, claro, esto podía provocarle problemas. No te preocupes, le dije, creo que en casa de mis padres todavía está el mío. Corte (y confección) y de pronto estoy en mi vieja habitación, buscando entre los libros de texto. Veo el de filosofía, el de inglés, pero no aparece el de historia del arte. Cuando por fin lo encuentro, se materializa de pronto en la habitación una bruja vestida de negro y terrorífica como en las peores pesadillas. Me dice que desista de mi empeño, que Sonia nunca tendrá este libro, suspenderá la asignatura y llevará una vida de penurias y frustraciones. De eso nada, vieja puta, dije yo y empezamos a forcejear por el libro. Me desperté sin entender el simbolismo de todo esto, si es que hay alguno.
miércoles, 4 de octubre de 2017
De la contabilidad
El dos de octubre de 2013 presenté en Málaga mi primer libro. Cuatro años ya y he vendido sesenta ejemplares, a quince por año. Me queda uno de contrato y cuarenta ejemplares por vender. Pero yo me metí en esto porque soy de letras, no de ciencias.
martes, 3 de octubre de 2017
lunes, 2 de octubre de 2017
domingo, 1 de octubre de 2017
La tradición
Paseando por un bosque, me encuentro una casa de madera que anda con patas gigantes de pollo. Lo que podría hacer aquí el coronel Sanders, pienso. La cabaña, que se balanceaba levemente, de pronto se sienta y de la puerta sale Baba Yaga.
—Esto de la homosexualidad no es propio de Rusia —me dice la vieja bruja—. Es influencia extranjera. Peor aún: extranjerizante. El país ha de mantenerse fiel a sus costumbres y tradiciones.
—Pero en Rusia siempre ha habido homosexuales, como en todas partes.
—Hum. Vale, puede ser, pero ahora lo muestran abiertamente. Y eso es un insulto. En Rusia respetamos al diferente, siempre que no se comporte como tal.
—¿Y qué pasa con las brujas?
—Las brujas nos escondemos en los bosques, joven, y somos diferentes en la intimidad. Nos atenemos a lo que hay y no tratamos de cambiar nada. Somos fieles a la tradición, a la Madre Rusia. ¿Por qué cambiar las cosas?
—Pero el mundo cambia; también Rusia. Ya no hay esclavos (más o menos), las mujeres pueden votar (en casi todos los países), se ha erradicado la viruela…
—Todas esas cosas son moderneces extranjeras. A mí me gustaría un país inmutable por los siglos de los siglos, anclado en un pasado sosegado y, lo más importante, conocido. ¡Cuesta tanto adaptarse a los cambios! Yo quiero un país antiguo y cómodo.
—Cómodo sólo para algunos.
—Yo quiero un país a mi medida, joven —sentencia la anciana señalándome, amenazadora, con su huesuda mano—, no a la medida de todo el mundo.
—Esto de la homosexualidad no es propio de Rusia —me dice la vieja bruja—. Es influencia extranjera. Peor aún: extranjerizante. El país ha de mantenerse fiel a sus costumbres y tradiciones.
—Pero en Rusia siempre ha habido homosexuales, como en todas partes.
—Hum. Vale, puede ser, pero ahora lo muestran abiertamente. Y eso es un insulto. En Rusia respetamos al diferente, siempre que no se comporte como tal.
—¿Y qué pasa con las brujas?
—Las brujas nos escondemos en los bosques, joven, y somos diferentes en la intimidad. Nos atenemos a lo que hay y no tratamos de cambiar nada. Somos fieles a la tradición, a la Madre Rusia. ¿Por qué cambiar las cosas?
—Pero el mundo cambia; también Rusia. Ya no hay esclavos (más o menos), las mujeres pueden votar (en casi todos los países), se ha erradicado la viruela…
—Todas esas cosas son moderneces extranjeras. A mí me gustaría un país inmutable por los siglos de los siglos, anclado en un pasado sosegado y, lo más importante, conocido. ¡Cuesta tanto adaptarse a los cambios! Yo quiero un país antiguo y cómodo.
—Cómodo sólo para algunos.
—Yo quiero un país a mi medida, joven —sentencia la anciana señalándome, amenazadora, con su huesuda mano—, no a la medida de todo el mundo.
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