Pero es imposible domesticar al dolor. No hay manera de domarlo. Come cuando quiere comer, no cuando tú lo llamas. Tampoco puedes sacarlo a pasear (esto lo hemos intentado), es siempre él quien te conduce a ti.
Ya, es como un perro demasiado grande. Pero no lo magnifique mucho, que se viene muy arriba. Que está por ahí y tal, sí, es cierto, pero también existe el jamón serrano y la tortilla de patatas (una amiga mía muy sentida se me enfadó por esta misma declaración) (me vería muy prosaico, ella).
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Ya, es como un perro demasiado grande. Pero no lo magnifique mucho, que se viene muy arriba. Que está por ahí y tal, sí, es cierto, pero también existe el jamón serrano y la tortilla de patatas (una amiga mía muy sentida se me enfadó por esta misma declaración) (me vería muy prosaico, ella).
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