—Buenos días, veníamos a hacerle una entrevista.
—Creo que me confunden con otra persona: yo no soy famoso.
—No es ningún error, se trata de un programa del gobierno para hacer sentir importante a la gente. Se llama: Tus quince minutos. Todos merecemos un pequeño momento de fama, ser entrevistados, que se escuchen nuestras opiniones.
—¡Qué guay! ¿Y esto se va a publicar?
—Hombre, claro que no, no hay presupuesto para eso. Además, ¿a quién le iba a interesar leerlo?
1 comentario:
Tampoco hacía falta ser cruel, maldito entrevistador. Un "tal vez, quién sabe" habría sido más piadoso.
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