Pequeñas abdicaciones

He decidido retirarme de esas cosas, respondió cuando le preguntaron qué tal le iba en la vida.

Balance de cuentas

—¿Te das cuenta de que no seriamos amigos si hubiéramos follado?

—Habríamos salido ganando, sí

Vendettas

A menudo me borré como revancha un tanto absurda, principalmente porque nadie se dio cuenta.

Summum bonum

La necesidad de hacer el ridículo por un hipotético bien mayor.

Not so long ago

No hace tanto, cuando comenzábamos a dar nuestros primeros y dubitativos pasos (no hemos abandonado aún la duda, de ahí que nos parezca cercano en el tiempo), pensábamos que todo estaba a la vuelta de la esquina, como el que sale a dar un paseo despreocupado en busca del periódico del día, otra afición obsoleta más. Hoy todo parece lejano, salvo el recuerdo.

Un tipo sensato

El paso del tiempo supone una renuncia a la probabilidad de los sueños. Es eso que nuestros mayores llamaban «madurez».

Una casa con vistas

Nuestro hogar para los próximos meses posee unas excelentes vistas: a un lado, el tanatorio; al otro, el hospital psiquiátrico. Qué mejor lugar para escribir. También podemos ver desde aquí la piscina municipal y un restaurante chino, pero en principio no tienen el mismo encanto.

Palabrería

Las palabras no son suficientes, pero alivian. Te aferras a ellas como si estuvieras hundiéndote en el océano (y las palabras fueran un par de tablones podridos que apenas flotan, claro).

Open call

Venga a nosotros, lo esperamos con los brazos abiertos. Quizá no le demos una respuesta nunca a su solicitud, pero tenga presente que ignoraremos sus sueños desde la bonhomía y la concordia.

Literatura

Busqué la felicidad donde no me habían llamado, donde no querían oír mi nombre, donde no tenían sitio ni tiempo para mis historias.

Un aburrimiento infinito

Esto quizá tuviera alguna importancia en el futuro, aunque era incapaz de imaginar de qué modo podría suceder tal cosa.

Un baile improvisado

Estas líneas suponen un contrato, un pacto entre nosotros dos, aunque partimos de un engaño: te impelo a aceptar mis palabras como verdaderas dado que soy yo quien las escribo y, claro, puedo permitirme esta desvergüenza y las que hagan falta.

Desahucio

—Mi vida entera eres tú.

—Perdona, pero te recuerdo que no soy nada tuyo.

—Precisamente.

Obligaciones

—¿Se puede separar a un artista de su obra?

—La propia vida se encarga de ello.

El tiempo prestado

Hago cola para pedir un préstamo generoso, a ser posible, de horas de las que disponer a mi antojo (aunque afirmaré que mi intención está avalada por un plan razonable y sostenible), pero en esta espera ya estoy entrando en números rojos de tiempo.

El juego

Unos paquistaníes juegan al bádminton en la pista de pádel, aunque quizá sean indios, cómo saberlo. Ambos países pueden estar enemistados por la cuestión de Cachemira y ser potencias nucleares, pero aquí, en un pueblo de Sevilla, las diferencias son inapreciables para el espectador casual.

Un hombre viejo

El curioso acto de recuperar antiguas rutinas con la peregrina excusa de la mejora personal.

Un hombre nuevo

«Aquí nadie me conoce, puedo ser la persona que quiera», se dijo al llegar a una nueva ciudad. Pero luego comprendió que tal cosa requería un poder de creación y convicción del que carecía.

Foco

El mecenas ahora es el influencer o crítico poderoso que graciosamente te da visibilidad para que los lectores sepan de tu existencia y acudan en tropel a las librerías a hacerse con tu obra tocada por los dioses de la relevancia.

Interregno

Llegará mi momento, seguía repitiendo sin dejarse llevar por la desesperanza ante la velocidad progresiva del paso de los años.

Conflictos de interés

Esperaba que alguno de los escritores que tengo en redes sociales se acercara el año pasado a mi firma en Madrid, aunque fuera por curiosidad. «A ver qué vende este graciosillo», pero no. Es duro el ninguneo de mis pares, aunque seguro que a ellos les parecerá peor que los llame así.

Jugadas destacadas

La vida estaba llena de experiencias negativas, pero confiaba en que su memoria haría luego la criba necesaria.

Superstar

Esperamos, fundamentalmente, que sea usted un hombre de equipo y que se sacrifique por el bien del grupo. Mucha gente se empeña en ser feliz, sí, pero eso no es más que un signo de egoísmo. Piense en las palabras de Kennedy: «no preguntes lo que puede hacer tu país por ti, sino lo que puedes hacer tú por tu país». Trabajamos duro para considerarnos partícipes de cada pequeño éxito personal. Este punto de vista nos permite afirmar que, de alguna manera, todos hemos estado en la cama con Marilyn Monroe.

Lust for life

No es que le faltara hambre de vida, es que pensaba que no se la podía permitir.

Suplicatorios

Es extraña la súplica amorosa a una mujer que te ignora. Es como si le dijeras: respóndeme, bella, harás muy feliz a un hombre que te es indiferente.

Sucedáneos

Otros se arrojaron a los brazos del fascismo para cubrir sus carencias, yo opté por la literatura.

Puro humo

Yo estoy en el negocio del humo, ¿sabe? No del tabaco, no me mire así, que eso contiene nicotina y otras sustancias adictivas y nocivas para el organismo. No, lo mío es puro humo y nada más: sirve para enmascarar vergüenzas y crear ambiente en conciertos o escenas más o menos épicas. Es un arte de difícil ejecución, no crea, y además no se nos reconoce la labor por aquello de estar ocultos.

Sin embargo

Quedaba una delgada esperanza escondida en una grieta de la casa. Aguardaba con paciencia que alguien la encontrara algún día, pero el ritmo frenético y demandante de la vida moderna imponía su dura ley por el momento.

Disquisiciones

La vida es harto difícil y mi desempeño no ha sido nada brillante. A menudo pensé en quitarme de en medio, quién no querría disfrutar de esa conexión permanente de la inexistencia (como dormir, pero a lo grande), pero siempre estaba el dolor de los demás. All the suffering gets done by the ones we leave behind, que cantaba David Berman. Y yo no soy especialmente egoísta, ya me gustaría, ya.

Tropiezos

Había tomado cursos de claqué para aprender a aplacar los nervios, pero ahora hacía el ridículo cuando comenzaba a bailar en mitad de una discusión.