viernes, 30 de noviembre de 2007
jueves, 29 de noviembre de 2007
Más nocturnidades
Querida Laura:
Cuando te echo de menos, escucho a Leonard Cohen. Eso significa, claro está, que escucho a Leonard Cohen a todas horas, pues me paso el día echándote de menos. Su música me recuerda aquel invierno en el que te enamoraste de mí, cuando ambos éramos jóvenes y planeábamos estar siempre juntos. Me recuerda también, por supuesto, la dolorosa ruptura de dos años después. Creo que la canción que lo resume todo es “Iodine”, aunque es evidente que el señor Cohen no la escribió pensando en nosotros. Tú también me decías que no me preocupara, cuando te llamaba enloquecido por el dolor en mitad de la noche, como si intentaras convencerme de que todo iba a arreglarse de algún modo. Sé que en tu vida efectivamente se ha arreglado todo y que no necesitas recordarme de ninguna manera ni escuchar a Leonard Cohen para ello. Yo, por el contrario, me quedé anclado en un nosotros que ya no existe y en unos recuerdos que nunca desaparecen. Bueno, siempre sospechamos que sería así.
En resumidas cuentas, te escribo para decirte que Leonard Cohen me ha jodido la vida.
Un beso.
Cuando te echo de menos, escucho a Leonard Cohen. Eso significa, claro está, que escucho a Leonard Cohen a todas horas, pues me paso el día echándote de menos. Su música me recuerda aquel invierno en el que te enamoraste de mí, cuando ambos éramos jóvenes y planeábamos estar siempre juntos. Me recuerda también, por supuesto, la dolorosa ruptura de dos años después. Creo que la canción que lo resume todo es “Iodine”, aunque es evidente que el señor Cohen no la escribió pensando en nosotros. Tú también me decías que no me preocupara, cuando te llamaba enloquecido por el dolor en mitad de la noche, como si intentaras convencerme de que todo iba a arreglarse de algún modo. Sé que en tu vida efectivamente se ha arreglado todo y que no necesitas recordarme de ninguna manera ni escuchar a Leonard Cohen para ello. Yo, por el contrario, me quedé anclado en un nosotros que ya no existe y en unos recuerdos que nunca desaparecen. Bueno, siempre sospechamos que sería así.
En resumidas cuentas, te escribo para decirte que Leonard Cohen me ha jodido la vida.
Un beso.
miércoles, 28 de noviembre de 2007
Wait until spring, Bandini
Era sábado por la noche. La calle estaba desierta, salvo por algunas palomas insomnes. Había bebido demasiado y me acordé de unos versos de Leonard Cohen: "el perro no sólo es amistoso, cree que es humano; mi caso es similar". Hacía mucho frío. Le escribí un mensaje rápido a ella, que no quería ser sólo un personaje. Volví a casa en el último autobús, a las cinco de la mañana. La vida quedaba lejos.
martes, 27 de noviembre de 2007
Songs for a November night
Querida, vivo en una completa irrealidad, en un tiempo detenido. Sólo la rabia me hace sentir vivo, pero únicamente de vez en cuando, pues lo cierto es que la mayor parte del tiempo no siento nada. Vivo lejos de todo, como te escribía. Vivo rodeado de la destrucción que me he procurado de manera tan eficiente. Y sé que resulto encantador en mi fracaso, pero preferiría resultar encantador en mi éxito. ¿Por qué no vienes a salvarme, aunque sea sólo esta noche?
lunes, 26 de noviembre de 2007
Petulancias
Sí, querida, llegará el día en que no pueda hacer poesía y mis viejas manos no volverán a acariciar el cuerpo desnudo y deseable de una mujer joven y hermosa. Llegará el día en que no pueda seguir abusando de los adjetivos. Llegará el día en que ya no consiga hacerte reír. Pero eso no será hoy ni mañana, todavía puedo hilar un verso o dos y hacer saltar los botones de tu camisa como si fueran los puntos de las íes de los poemas que dejaré de escribir algún día.
domingo, 25 de noviembre de 2007
Aforismos alcohólicos
Las mentiras son como las cucarachas: cuando ves una, hay al menos otras diez escondidas.
sábado, 24 de noviembre de 2007
Una pesadilla
Soñé que hablaba con los hijos que no tendré y algunos me daban las gracias por no haber existido ni como proyectos. Otros se quejaban y me recriminaban su inexistencia. Yo les respondí algo así como "callad, espíritus, dejadme hablar a mí, que al menos soy real". Entonces empezaron todos a reír.
viernes, 23 de noviembre de 2007
Alegres cartas de noviembre
Llueve a ratos. Sale el sol, pero no para mí, no para mí, y otras canciones. No puedo dejar de destruirme. Creo que las tendencias históricas no pueden cambiarse. El fracaso es una realidad y gente mejor que yo no pudo evitarlo. Así que esto es finalmente todo, tantos años para nada.
Muchos besos.
Muchos besos.
jueves, 22 de noviembre de 2007
Une saison en enfer
En un parque, bebiendo vino con sabor a lluvia. Antonioda habla de su ex novia mexicana y las líneas de la mano. Artevic abraza el optimismo ahora que es feliz. Se hace tarde y nos despedimos. No consigo olvidar que estoy siempre solo en mi amor.
miércoles, 21 de noviembre de 2007
Dreamin' man
-Anoche soñé que te escribía una larga carta en la que te relataba mi vida. Pero hoy estaba agotado por el esfuerzo onírico y al final no te he mandado nada.
-Bueno, con el sueño ya me quedo medio satisfecha.
-Claro, ahora tú sólo tienes que soñar que recibes mi carta.
-Bueno, con el sueño ya me quedo medio satisfecha.
-Claro, ahora tú sólo tienes que soñar que recibes mi carta.
martes, 20 de noviembre de 2007
Fin
Sí, léela, ahí está todo, es mi vida entera. A ratos comedia, casi siempre tragedia. Muy tonta, básicamente. No salvaría más que unas pocas páginas. En todas sales tú, pero eso ya lo esperabas.
lunes, 19 de noviembre de 2007
Introducción a la cirugía cardiovascular
Supongo que siempre me he enamorado de la mujer equivocada. O quizás es que no existe la mujer adecuada para mí y soy yo el equivocado para todas ellas. En cualquier caso, Laura se marchó aquella mañana y se llevó mi vida entera. La culpa era mía, pensé, pues tengo tendencia a entregarme demasiado y enseguida. Pasen y vean: el último de los románticos. Vean cómo se estrella una y otra vez sin que aprenda nunca la lección. Un espectáculo lleno de patetismo. Para todos los públicos.
Así que de nuevo me veía obligado a vivir en soledad y de recuerdos, como si todas mis relaciones sólo fueran una excusa para ese momento, ese dolor. Fabuloso. Me lo habían dicho siempre todos: “eres un buenazo y así no se va a ninguna parte”. Pero uno no puede dejar de ser quien es, por más que lo intente. Ya me habría gustado a mí ser frío y calculador, ya, pero no me salía. Ojalá en la universidad existiera alguna asignatura que enseñara eso, sin duda me habría sido mucho más útil que mi licenciatura en Historia. En lo que respecta a las relaciones humanas, es mucho más útil ser un desalmado que saber cuándo fue la batalla de Zama. Pocas ventajas se pueden sacar de esto último, y ni siquiera es un tema interesante para ligar en los bares.
En los días que siguieron, me dediqué a sumergirme en negros pensamientos de autocompasión y a llamar a Laura a todas horas, lo que sin duda contribuyó a hundir aún más ante ella mi ya de por sí subterránea imagen. Percatado por fin de lo poco provechosa que era mi actitud, decidí ponerme en manos de profesionales, pero el Prozac nunca ha gozado de mis simpatías; prefería que mi vida dependiera de mis debilidades antes que de las pastillas, así que abandoné sistemáticamente todas las terapias.
Pasados unos meses, decidí acudir a una clínica privada para que me operaran del corazón. Al principio se negaron a hacerme caso, pues afirmaban que mi corazón estaba perfectamente sano y que lo último que necesitaba era cirugía. Pero yo sabía que no era verdad, sabía que tenía algún tipo de malformación congénita y era necesario arreglarme por dentro para poder llevar una vida satisfactoria, ya que las otras alternativas eran ser desgraciado por siempre o el suicidio. Por fortuna, no hay nada que el dinero no pueda conseguir y en ese momento no me faltaba, pues había heredado recientemente una cantidad importante. Así que logré que me operaran.
Cuando abandoné el hospital, me sentía un hombre nuevo. Había un perrito en la acera, meneando alegremente la cola. Me acerqué y le di una patada. No sentí el menor remordimiento.
Hecho un desalmado, empecé a triunfar en todas las facetas de la vida y, finalmente, conseguí recuperar a Laura, el amor de mi vida, mi puerta a la felicidad. Una semana más tarde, la dejé por otra.
Así que de nuevo me veía obligado a vivir en soledad y de recuerdos, como si todas mis relaciones sólo fueran una excusa para ese momento, ese dolor. Fabuloso. Me lo habían dicho siempre todos: “eres un buenazo y así no se va a ninguna parte”. Pero uno no puede dejar de ser quien es, por más que lo intente. Ya me habría gustado a mí ser frío y calculador, ya, pero no me salía. Ojalá en la universidad existiera alguna asignatura que enseñara eso, sin duda me habría sido mucho más útil que mi licenciatura en Historia. En lo que respecta a las relaciones humanas, es mucho más útil ser un desalmado que saber cuándo fue la batalla de Zama. Pocas ventajas se pueden sacar de esto último, y ni siquiera es un tema interesante para ligar en los bares.
En los días que siguieron, me dediqué a sumergirme en negros pensamientos de autocompasión y a llamar a Laura a todas horas, lo que sin duda contribuyó a hundir aún más ante ella mi ya de por sí subterránea imagen. Percatado por fin de lo poco provechosa que era mi actitud, decidí ponerme en manos de profesionales, pero el Prozac nunca ha gozado de mis simpatías; prefería que mi vida dependiera de mis debilidades antes que de las pastillas, así que abandoné sistemáticamente todas las terapias.
Pasados unos meses, decidí acudir a una clínica privada para que me operaran del corazón. Al principio se negaron a hacerme caso, pues afirmaban que mi corazón estaba perfectamente sano y que lo último que necesitaba era cirugía. Pero yo sabía que no era verdad, sabía que tenía algún tipo de malformación congénita y era necesario arreglarme por dentro para poder llevar una vida satisfactoria, ya que las otras alternativas eran ser desgraciado por siempre o el suicidio. Por fortuna, no hay nada que el dinero no pueda conseguir y en ese momento no me faltaba, pues había heredado recientemente una cantidad importante. Así que logré que me operaran.
Cuando abandoné el hospital, me sentía un hombre nuevo. Había un perrito en la acera, meneando alegremente la cola. Me acerqué y le di una patada. No sentí el menor remordimiento.
Hecho un desalmado, empecé a triunfar en todas las facetas de la vida y, finalmente, conseguí recuperar a Laura, el amor de mi vida, mi puerta a la felicidad. Una semana más tarde, la dejé por otra.
domingo, 18 de noviembre de 2007
Naufragio
Toda esa literatura de la mujer que salva al hombre me ha jodido la vida, se dijo. Me engaño cuando pienso en ti. No hay nada más que esta desesperación. Y sólo ofrecen dos respuestas: la mierda psicópata de "todas las personas son sustituibles" o la mierda voluntarista de "todos vamos a ser muy felices". Es domingo, 18 de noviembre, hace frío en la calle. Ningún hombre es una isla, sólo yo.
sábado, 17 de noviembre de 2007
Capítulo 1200
Le dije: "Te escribo desde la más descarnada tristeza, donde sólo vivo yo". Ella sonrió.
viernes, 16 de noviembre de 2007
jueves, 15 de noviembre de 2007
miércoles, 14 de noviembre de 2007
I'm guided by this birthmark on my skin
Llevo el estigma del perdedor, amor. Se me nota en la mirada. Yo me creeré tus lágrimas. Me entregaré en el primer beso. Y no podremos evitar mi caída.
martes, 13 de noviembre de 2007
Nonsenses
-Lo que pasa es que tú sabes perfectamente lo que sientes y las personas con las que estás no tienen ni idea.
-¿Todas ellas? Me parece mucha casualidad, demasiada mala suerte. Yo estoy dispuesto a creer que tengo una especie de lepra amorosa, la Peste Negra sentimental. Es una teoría más científica.
-¿Todas ellas? Me parece mucha casualidad, demasiada mala suerte. Yo estoy dispuesto a creer que tengo una especie de lepra amorosa, la Peste Negra sentimental. Es una teoría más científica.
lunes, 12 de noviembre de 2007
Retazos
Si pudiera interpretar en la vida real un personaje que funcionara, pensó el reputado actor tras su último fracaso amoroso.
domingo, 11 de noviembre de 2007
Algo me dice que no encontraré la verdad esta noche
No entiendes que conmigo la vida sería diferente. Porque soy el último trágico y tengo que soñar para poder compensarlo. Soy como Pavese, esperando frente a la puerta del teatro a su bailarina, que huye por detrás. Llevo así toda la vida.
sábado, 10 de noviembre de 2007
Si Kafka hubiera vivido en la segunda mitad del siglo XX
Peter Samsa es un adolescente tímido e inadaptado. Un día, en una excursión que había organizado el instituto a un laboratorio científico, le pica un insecto radiactivo. Cuando Peter Samsa despierta a la mañana siguiente, después de un sueño agitado, se encuentra en su cama convertido en el asombroso Bugman, azote de supervillanos.
viernes, 9 de noviembre de 2007
Nocturnidades
Paseo por la calle. Tengo veintinueve años y paseo por la calle. Esto no tiene nada de extraordinario, pero lo hago igualmente. A veces hay que aceptar la realidad tal y como es: aburrida. Son las siete y ya es de noche. Pasa volando un murciélago, lo sigo. Espero que suceda algo en cualquier momento.
jueves, 8 de noviembre de 2007
Fragmento
Mi mujer me engañaba con otro, las pruebas eran irrefutables. Lo peor del asunto es que ese otro era un tipo que no valía nada, lo que no me dejaba en muy buen lugar. ¿Significaba eso que para mi mujer yo valía igual de poco? ¿O simplemente su afán "democratizador" era una forma retorcida de hacerme daño? ¿Y qué importaba, en realidad? No era momento para cuestiones filosóficas, sino para acciones drásticas.
miércoles, 7 de noviembre de 2007
Capítulo 1190
Estaba roto cuando te conocí. Tú no fuiste capaz de decirme "yo no puedo curarte". Ahora sólo hay silencio.
martes, 6 de noviembre de 2007
À la guerre comme à la guerre
Tienes que dejar de hablar de ti, me dicen. Pero tengo que aguantarme las 24 horas del día. Qué menos que amargar también la vida de otros.
lunes, 5 de noviembre de 2007
Balances
Creo que mi yo pasado estaría orgulloso de mi yo presente. O quizá le escupiría a la cara, no lo tengo claro del todo. En pensar estas cosas pierdo el tiempo.
domingo, 4 de noviembre de 2007
sábado, 3 de noviembre de 2007
Delirios
Estoy enfermo y la fiebre me sumerge en visiones de lo más variopintas. Me he imaginado hecho un anciano de ochenta años que desde su ventana grita "putas" a las chicas jóvenes que ve pasear. El futuro inevitable, supongo.
viernes, 2 de noviembre de 2007
Noviembre
Camino por estas calles abandonado por todos y me pregunto qué será de mí. Luego pienso que no me importa demasiado y vuelvo a casa.
jueves, 1 de noviembre de 2007
It's four in the morning
Me gusta llegar a casa de madrugada, acostarme en la cama a leer tranquilamente y creer durante un rato que soy la única persona despierta en el mundo. Tengo alma de viejo, lo que me apetece es retirarme lejos de todo.
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