El hombre enfermo (2)

«Siempre viene bien guardarse algo de vida para después», pensó el hombre enfermo, aunque él no recordaba dónde había escondido la suya.

El hombre enfermo

Le regaló a su marido un montón de libros de pronto. Pretendía hacerlo feliz y, de un modo inconsciente, espantar a la muerte, que quizá sintiera piedad ante este gesto de amor.

El ingenuo

Esperaba reunir por completo la presencia de ánimo que nunca había conseguido encontrar.

La bruma

Este momento no podrá ser comunicado. Tampoco importará.

Matiz

Bailo ante Sonia para demostrar mi agilidad y le digo: «¡Soy Dick Van Dyke!». A lo que enseguida añado: «De viejo».

Teletipos

Al final no tienes tiempo para la vida y te vendría bien un resumen.

Repeticiones

—Podrías hablar de tu incapacidad para convertirte en un hombre de provecho.

—La gente quiere oír cosas nuevas.

Púgiles

En la esquina izquierda, con sesenta y dos kilos de pura inconstancia y esperanzas frustradas, se encuentra nuestro protagonista, dispuesto a combatir a puñetazos con el rival que le pongan delante. No debe de ser tan complicado, piensa, otro tirillas de peso superligero como él. Lo que desconoce es que las normas no obligan a que ambos contrincantes sean de la misma categoría, ¿dónde estaría el espectáculo en eso?

Aventurarse

Dylan sabía que el único límite a una vida ficticia lo marcaba la imaginación.

Antes

De cuando éramos jóvenes, de cuando teníamos razón en todo lo que decíamos (nuestras convicciones eran impresionantes), de cuando había tiempo para las pequeñas cosas sin importancia que, sin embargo, echamos tanto de menos.

De las dificultades del vivir

«No te esfuerzas lo suficiente», le dijo su entrenador de vida (aunque oficialmente era un coach por aquello del prestigio automático que otorga el inglés a las gilipolleces), a lo que él le respondió que precisamente le pagaba para no tener que esforzarse tanto como la gente que se enfrentaba a la vida sin un preparador titulado (del valor de ese título hablaremos otro día).

Terra ignota

La era de los descubrimientos ya acabó, los barcos pasaron de largo. Sonia me recuerda que en tres años y medio cumpliré cincuenta, medio siglo de potencialidades frustradas. Quizá la ventana de oportunidad, como diría un anglosajón, estuvo brevemente abierta, pero cómo saberlo ahora desde el sótano de la insignificancia.

La lógica amistosa

—Deberíamos renovar nuestra amistad.

—Perdone, pero no nos conocemos de nada.

—¿Lo ves? Del todo defectuosa.

Primavera

Nos reíamos de la vida porque éramos jóvenes e inconscientes, lo cual estaba bien, puesto que así no sospechábamos que todo acabaría en lágrimas.

El mensaje y su extensión

Recopiló todos sus escritos de amor y se los envió comprimidos en un archivo que, con muy mala fortuna, denominó: «Esto es para ti.rar».

Motivaciones

Voy a desayunar a una cafetería de la tercera edad, como si quisiera prepararme para el futuro oyendo quejarse a los ancianos de sus diversos achaques, aunque me gusta pensar que voy porque dan bien de comer y a precios populares.

Colofón

Nuestra juventud pasó inadvertida, igual que todo lo demás.

La respuesta adecuada

Siempre te oponías a todas las leyes de la lógica y conseguías pretextos para encontrarnos.

Lo cotidiano

Destaca la blancura de las canas en los pelos que recojo tras recortarme la barba. La decadencia era esto, supongo.

El tiempo como ficción

La memoria acude rauda al rescate de la nostalgia. Emerge de algún recóndito resquicio la letra de aquella canción; se renueva un viejo dolor.

De las cosas

Las décadas cambian, el ansia permanece. Se van cerrando las puertas que nunca se abrieron, un fenómeno metafísico que tampoco vamos a resolver ahora.

Trámites

Debido a la alta demanda, en este momento no podemos atender a su petición de tiempo propio.

Nihil admirari

El lastre de la rutina entorpece los movimientos rítmicos y obstinados de la creatividad.

El triunfo de la máquina

Una IA que te conteste a todo: «Ni lo sé ni me interesa».

De la vocación

Algo puede gustarte mucho, pero eso no significa que se te dé bien. Así en el canto, la literatura o el amor.

Vanitas

Se afanaban los escritores en subsistir en un mundo muerto, pues ya nadie leía y ahora incluso las máquinas habían comenzado a escribir.

La justicia cósmica

Era una persona inteligente, pero seguía esperando que sus buenas intenciones fueran recompensadas en algún momento.

Cámara oscura

Me narré como mejor pude, lo que nunca fue suficiente.