Pero yo no habría podido escribir la novela sin Sonia. Estaba demasiado loco y ella me da la tranquilidad necesaria para sentarme a hacer cosas a largo plazo. Mis periodos de estabilidad anteriores no duraban lo suficiente, sólo me permitían escribir microrrelatos y, a veces, con suerte, relatos algo más largos.
1 comentario:
Menos mal que reconoce Usted lo que ya sabíamos todos los demás.
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