jueves, 30 de abril de 2015
miércoles, 29 de abril de 2015
Se apagarán mis ojos
Se apagarán mis ojos y ya no veré más. El mundo se les ofrecerá, nuevo, a otros. Y yo ya no estaré, me habré marchado a ningún lugar, al olvido, adonde ya nada importa. Será como si nunca hubiera existido. Todo este dolor e incluso las bellas alegrías. También estas palabras desaparecerán. Es tan fútil vivir y sin embargo no quisiera dejar de hacerlo.
martes, 28 de abril de 2015
La espera
En la cola del banco, uno se pregunta dónde estarán esas operaciones financieras tan veloces de las que todo el mundo habla.
lunes, 27 de abril de 2015
La realidad
La realidad no está de nuestra parte, la llevan nuestros enemigos, pero en la ficción tampoco se puede vivir. La ficción es un retiro del que hay que regresar. Por suerte, a veces hay fallos en el sistema y esos fallos son los buenos momentos.
domingo, 26 de abril de 2015
El misterio es nuestro
—Te dejo.
—¿Por qué, ya no me quieres?
—Se ha terminado el misterio.
—Eso es bueno, ya nos conocemos.
—No. ¿No te parece absurdo seguir con un caso cuando está resuelto? ¿Qué pensaríamos de un detective que trabajara así? No, ya está, tengo que buscar nuevos casos, nuevos misterios.
—¿Por qué, ya no me quieres?
—Se ha terminado el misterio.
—Eso es bueno, ya nos conocemos.
—No. ¿No te parece absurdo seguir con un caso cuando está resuelto? ¿Qué pensaríamos de un detective que trabajara así? No, ya está, tengo que buscar nuevos casos, nuevos misterios.
sábado, 25 de abril de 2015
La vida natural
—¿No te pones un condón?
—No me gusta, no me parece natural.
—¿Y qué quieres: preñarme?
—¿No tomas la píldora?
—Ah, que ahora la píldora es algo natural.
—No, pero...
—Y dejarme las medias puestas a petición tuya también es de lo más natural, claro. Todo un activista estás hecho.
—No me gusta, no me parece natural.
—¿Y qué quieres: preñarme?
—¿No tomas la píldora?
—Ah, que ahora la píldora es algo natural.
—No, pero...
—Y dejarme las medias puestas a petición tuya también es de lo más natural, claro. Todo un activista estás hecho.
viernes, 24 de abril de 2015
El ayuntamiento
—Buenos días, venía a ver si podían darme algo.
—¿Así, por las buenas?
—Es que he ganado un premio literario, ¿sabe? Hace ya unos meses. Un premio autonómico. Y como soy residente en este municipio... No sé, podría recibirme el alcalde para felicitarme. O nombrarme hijo predilecto o darme dinero.
—En todo caso, tendría usted que darnos algo.
—¿Qué?
—¿No escribió su historia aquí? Pues es mérito del ayuntamiento, que ha conseguido en el municipio el ambiente propicio para la literatura. ¡Y encima viene usted a pedir, ingrato!
—¿Así, por las buenas?
—Es que he ganado un premio literario, ¿sabe? Hace ya unos meses. Un premio autonómico. Y como soy residente en este municipio... No sé, podría recibirme el alcalde para felicitarme. O nombrarme hijo predilecto o darme dinero.
—En todo caso, tendría usted que darnos algo.
—¿Qué?
—¿No escribió su historia aquí? Pues es mérito del ayuntamiento, que ha conseguido en el municipio el ambiente propicio para la literatura. ¡Y encima viene usted a pedir, ingrato!
jueves, 23 de abril de 2015
El premio (2)
No queremos una literatura que plantee preguntas incómodas, no es el objetivo de esta concejalía de cultura. Deseamos una literatura agradable que nos haga sentir bien con nosotros mismos y el mundo que habitamos. Una que no altere la tranquilidad de este pueblo y sus valores.
miércoles, 22 de abril de 2015
martes, 21 de abril de 2015
El premio
Mire, no podemos premiarle a usted. Primero, lo que escribe nos parece muy raro. Segundo, y lo más importante, no sabemos quién es usted, pero sí que sabemos que no es de aquí. Así que preferimos darle el premio a doña Mariló, que ha vivido toda su vida aquí y escribe de cosas del pueblo, cosas normales.
lunes, 20 de abril de 2015
Una entrevista
—¿Tiene usted algo que decir a los lectores?
—Pido perdón.
—¿Por qué?
—Por si acaso.
—No es suficiente.
—Lo sé.
—Pido perdón.
—¿Por qué?
—Por si acaso.
—No es suficiente.
—Lo sé.
domingo, 19 de abril de 2015
La juventud
Al final encontré la fuente de la eterna juventud, ¿sabe? Pero el agua no era potable. Era beber y morir, aunque joven. Un bonito cadáver, como se suele decir. Pero yo estaba en mitad de la jungla y no había nadie que pudiera verme, ¿de qué valía ser un muerto joven? No era nada práctico, así que regresé a la civilización. Es posible que vuelva allí algún día, pero la próxima vez me llevaré algunos amigos.
sábado, 18 de abril de 2015
viernes, 17 de abril de 2015
Incomodidades nocturnas
Me encierro en el cuarto de los trastos a escribir. Es de noche, pero aquí no puedo molestar a nadie con el teclear. Dónde estarán las musas, me pregunto. Ya podrían llevarme en volandas a un lugar más cómodo. Imagínalo y ya está, vago, podría decirme alguna ahora, que no van a hacer ellas todo el trabajo. Pongo los pies encima de una caja y le echo imaginación al asunto, pero nada. No hay imaginación que pueda sustituir a un buen sofá.
jueves, 16 de abril de 2015
Naturaleza
Yo he nacido para ser adorada, ¿sabes? Lo llevo en el DNI. O en el ADN, ya no me acuerdo. Soy guapa, ¿verdad? Se nota que te gusto, pero es normal, no te preocupes: no es culpa tuya, es pura naturaleza.
miércoles, 15 de abril de 2015
No había nadie en la habitación
No había nadie en la habitación. Ni siquiera él, que era producto de la
imaginación de un escritor en su blog. Comprendió que su vida carecía de
sentido: tenía razón Descartes cuando afirmaba que la existencia estaba
más cerca de la perfección que la inexistencia. Sin dudarlo un segundo,
saltó por la ventana. Pensó en la portera, que tendría que limpiar la
sangre del patio, y se sintió culpable, pero al momento le invadió el
alivio al recordar que no existía.
martes, 14 de abril de 2015
La vida exprés
Usted tiene que aprender a concentrarse en periodos más cortos, para
poder aprovechar bien el tiempo, que la vida moderna es breve y rápida y no espera a nadie. No podemos darle el tiempo que requiere para meditar, ha de alcanzar ese punto más deprisa: en vez de alcanzar un largo estado de concentración diario, esperamos que logre un gran número de ellos de pequeña duración.
lunes, 13 de abril de 2015
Allen y Bob
Allen se perfuma la barba frente al espejo. Está nervioso, ha quedado con un joven cantautor de rizos angelicales. Hoy puede ser un gran día o una jornada nefasta. América, te lo he dado todo y ahora no soy nada, suspira. América, dame al joven cantante judío. Nuestro amor será kosher.
Llaman a la puerta. Es él. O el cartero, pero pensemos que es él. Vuelve a mirarse al espejo. Quizá tenía que haberse hecho un par de trenzas en la barba, como una alegre colegiala. Qué tontería, si las colegialas no tienen barba. Da igual, era una metáfora, se justifica.
Abre la puerta. Es él, no el cartero. Bob saluda con un gesto de la cabeza y pasea sus rizos por la sala de estar de Allen, que siente ganas de llorar de felicidad.
—Siéntate en el sofá, enseguida te sirvo una copa —dice con un aplomo que le sorprende incluso a él.
—Gracias —contesta el lacónico cantante.
—¿Puedo llamarte Bobby?
—No.
He abusado de mi suerte, piensa Allen. Rápido, arréglalo, pregúntale por su arte.
—Yo también he estado muchas veces blowing in the wind —dice como un idiota—. Lo cual es muy peligroso, pues si te pilla la policía…
Bob le mira con ojos aterrados. Está a punto de levantarse y marcharse para siempre, comprende Allen en un súbito arrebato de claridad. Y con él se marchará también el tren de la modernidad, su última oportunidad de estar en la onda.
—Mejor será que hablemos del tiempo —improvisa—. Cuéntame eso de la lluvia que dices que va a caer.
Llaman a la puerta. Es él. O el cartero, pero pensemos que es él. Vuelve a mirarse al espejo. Quizá tenía que haberse hecho un par de trenzas en la barba, como una alegre colegiala. Qué tontería, si las colegialas no tienen barba. Da igual, era una metáfora, se justifica.
Abre la puerta. Es él, no el cartero. Bob saluda con un gesto de la cabeza y pasea sus rizos por la sala de estar de Allen, que siente ganas de llorar de felicidad.
—Siéntate en el sofá, enseguida te sirvo una copa —dice con un aplomo que le sorprende incluso a él.
—Gracias —contesta el lacónico cantante.
—¿Puedo llamarte Bobby?
—No.
He abusado de mi suerte, piensa Allen. Rápido, arréglalo, pregúntale por su arte.
—Yo también he estado muchas veces blowing in the wind —dice como un idiota—. Lo cual es muy peligroso, pues si te pilla la policía…
Bob le mira con ojos aterrados. Está a punto de levantarse y marcharse para siempre, comprende Allen en un súbito arrebato de claridad. Y con él se marchará también el tren de la modernidad, su última oportunidad de estar en la onda.
—Mejor será que hablemos del tiempo —improvisa—. Cuéntame eso de la lluvia que dices que va a caer.
Publicado en el número 25 de Obituario.
domingo, 12 de abril de 2015
El dilema del compañero de piso
Llega a casa por la noche. Todo está en silencio y la puerta de la habitación de su compañero de piso está cerrada. ¿Estará en casa o se habrá quedado a dormir en casa de la novia? Intenta no hacer ruido, por si acaso, pero quizá está solo en el piso y esto sea innecesario. ¿Qué hacer? Podría llamar a la puerta y preguntar, pero precisamente lo que quiere evitar es despertarlo. Se encuentra ante un problema irresoluble, por lo que finalmente se va a la cama en silencio. Lo que, por otra parte, quizá también hizo antes su compañero de piso.
sábado, 11 de abril de 2015
viernes, 10 de abril de 2015
El río
Vivo junto al río seco que divide la ciudad. Esta enorme zanja tiene sus ventajas: por ejemplo, no cría mosquitos. Aunque, por otra parte, seguro que no refresca nada en verano.
jueves, 9 de abril de 2015
Aficiones secretas
—Oye, me ha parecido que me espiabas antes por la ventana, mientras me duchaba.
—Lo admito, era yo.
—¿Después de cinco años de casados descubro que eres un voyeur? No lo entiendo: ¡si me puedes ver desnuda cuando quieras!
—Ya, pero ¿dónde está la emoción entonces?
—Lo admito, era yo.
—¿Después de cinco años de casados descubro que eres un voyeur? No lo entiendo: ¡si me puedes ver desnuda cuando quieras!
—Ya, pero ¿dónde está la emoción entonces?
miércoles, 8 de abril de 2015
Sobre los atropellos
Hay que comprender las prisas de los conductores: van sentados cómodamente con calefacción o aire acondicionado y escuchando música. Una tortura insoportable.
martes, 7 de abril de 2015
Vivir
—Ay, si hubiera vivido sin miedo.
—Pero entonces no habrías sido tú, sino otro.
—Precisamente.
—Pero entonces no habrías sido tú, sino otro.
—Precisamente.
lunes, 6 de abril de 2015
El ego
Estamos encerrados en lo alto de nuestras cabezas como una Rapunzel orgullosa que se niega a ser rescatada.
domingo, 5 de abril de 2015
Los aquelarres de Emily
Decían algunas malas lenguas en Amherst, Massachusetts, que Emily Dickinson era una bruja. Al fin y al cabo, alegaban, Salem no estaba tan lejos y eso explicaría su extraño comportamiento, su carácter esquivo, el hecho de que no buscara marido. Seguro que recibía al diablo por las noches, decían las señoras mayores. Y si vestía de blanco era para aparentar una pureza que no era real. Algunas personas se santiguaban cuando pasaban frente a su casa por la noche y veían una luz encendida en el dormitorio de Emily. Ya está apuntando hechizos en su grimorio, pensaban.
Publicado en el número 14 de Obituario.
sábado, 4 de abril de 2015
Entrevistas en la cama
—Le agradezco que haya aceptado esta entrevista para nuestra revista.
—Fue por el concepto. Me gustó eso de follar para romper el hielo y responder con sinceridad.
—Sí, la gente se pone sincera y filosófica después del sexo, mi jefe lo leyó en un artículo.
—Eso está bien, pero el caso es que me ha entrado algo de sueño, ¿no podemos hacer la entrevista mañana, durante el desayuno?
—Imposible, durante el desayuno es cuando viene la conversación incómoda, el arrepentimiento, la resaca.
—Fue por el concepto. Me gustó eso de follar para romper el hielo y responder con sinceridad.
—Sí, la gente se pone sincera y filosófica después del sexo, mi jefe lo leyó en un artículo.
—Eso está bien, pero el caso es que me ha entrado algo de sueño, ¿no podemos hacer la entrevista mañana, durante el desayuno?
—Imposible, durante el desayuno es cuando viene la conversación incómoda, el arrepentimiento, la resaca.
viernes, 3 de abril de 2015
Estar
En Madrid me encontré mi novela en varias librerías importantes y no pude evitar sentirme un intruso, pero el hecho de que mi libro no ocupara un lugar destacado hacía que el asunto tuviera cierto aire de normalidad. Estar, sí, pero pasar desapercibido. Un guiño a la ficción, que ya le hacía otro a la realidad. En fin, cambiemos de tema.
jueves, 2 de abril de 2015
El mejor día de su vida
Hoy será el mejor día de su vida, decía el horóscopo. Puesto que no venían más instrucciones, se quedó en casa esperando, pero no sucedió nada. Quizá tenía que haber actuado con normalidad, se dijo. Quizá el mejor día de su vida conocía sus rutinas y le esperaba donde pudiera encontrarlo. Quizá había decepcionado al mejor día de su vida con su actitud timorata y ya nunca volvería.
miércoles, 1 de abril de 2015
Usos
Es una costumbre horrenda la falta de dinero, pero me obligan a aceptar esto. Hay que respetar las tradiciones, dicen.
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