Una vez leí a un joven autor que se congratulaba de tener editorial garantizada para sus futuras obras. Qué envidia me dio: tener editor como el que tiene médico de cabecera. Yo, por el contrario, cuando publiqué mi primer libro me pregunté si habría un segundo. Y ahora que voy a publicar el segundo me pregunto si habrá algún otro o eso será todo. No hay garantías de nada, cada día frente a la página en blanco es empezar de cero.
1 comentario:
Así no se nos adocena Usted, ni se nos hamburguesa.
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