—Si tuviéramos dinero, ¿te gustaría montar una editorial?
—Sí, no estaría mal.
—No sé, creo que sólo nos daría quebraderos de cabeza. Sería mejor montar una peluquería, que es lo que funciona en España. Peluquerías y bares.
—Podríamos montar una peluquería-bar. Así tendríamos tapas con pelos y peinados con mayonesa.
martes, 30 de junio de 2015
lunes, 29 de junio de 2015
Pertenecer
A veces, buscas tu sitio en la vida de la misma manera que intentas encajar en un puzle una pieza que no le pertenece.
domingo, 28 de junio de 2015
Conversaciones con un yihadista
A ver si lo he entendido bien: me dice usted que a su dios le parece fenomenal que ejecute en la playa a turistas desarmados.
sábado, 27 de junio de 2015
Casos legales
Soñé que publicaba una novela de desamor y me llegaba una denuncia de Babeth y Alba, que habían fundado una sociedad llamada «Balbath» para explotar todos mis textos de esa índole. Hablaban de derechos adquiridos y de llegar incluso a litigar con Sonia, que figuraba en la demanda judicial como «futura viuda».
El sueño terminaba cuando mi abogado me comunicaba por teléfono que Susana y María habían decidido sumarse a la demanda con su propia asociación, «Susaría», y que se avecinaba un proceso largo y oneroso.
El sueño terminaba cuando mi abogado me comunicaba por teléfono que Susana y María habían decidido sumarse a la demanda con su propia asociación, «Susaría», y que se avecinaba un proceso largo y oneroso.
viernes, 26 de junio de 2015
El viaje literario
Ser escritor es como ser astronauta, pero nosotros visitamos la luna con mayor asiduidad.
jueves, 25 de junio de 2015
La tribu mínima
En el pasado, cualquier tribu habría decidido librarse de mí. Demasiado débil e inútil, prescindible para el bien de la mayoría. Quizá por eso sólo estoy cómodo con poca gente. No me gustan las multitudes. Yo quiero una tribu mínima, una que no pueda eliminar a ninguno de sus miembros.
miércoles, 24 de junio de 2015
La noche del fuego
Quememos el pasado, la vida vuelve a empezar. De las cenizas, como el ave fénix. Y si no, ya no importa.
martes, 23 de junio de 2015
Errores de propaganda
Al aparecer ante una gran bandera nacional, el político perdió las elecciones, pues recordó a los votantes en qué país vivían.
lunes, 22 de junio de 2015
Hace calor
Como cada verano. Qué rutinarias son nuestras vidas, ¿verdad? Uno puede intentar improvisar todo lo que pueda, pero el guión es tan aburrido, tan previsible...
domingo, 21 de junio de 2015
Capítulo 3751
A mí no me gustan demasiado los cambios, por eso llevo veinte años con el mismo corte de pelo. Por aparentar que el tiempo no pasa.
sábado, 20 de junio de 2015
Espiritismos
—Buenas, resulta que en el último episodio de mi serie televisiva favorita mataron a mi personaje preferido. Me gustaría que contactara con él ahora que está muerto y le pregunte por las tramas de la temporada que viene. Si puede ser, que cuente también el misterio de su madre, por favor.
viernes, 19 de junio de 2015
Primera clase
Buenos días, muchachada. Os voy a contar lo que sé de la literatura. La literatura es una tierra legendaria, pero una vez la vi de lejos, desde una barca de pesca. O quizá eran unas nubes bajas, no lo sé. Pero digamos que era la literatura. De lejos, parecía una tierra maravillosa. Pero una tormenta me arrastró lejos y desde entonces no he podido encontrarla de nuevo. No hay cartas marítimas que señalen su ubicación concreta, lo único que podemos hacer es arrojarnos al tempestuoso océano y buscarla.
jueves, 18 de junio de 2015
El humor
Nos molesta el humor, ¿sabe? No lo entendemos y por lo tanto nos parece ofensivo. ¿Qué es eso de reírse de cosas serias? La vida es seria. Sonreír es de mala educación. Nosotros somos gente de buena familia.
miércoles, 17 de junio de 2015
Sin respuesta
La vida se marchó en hacerse preguntas, preguntas que nunca recibieron respuestas. Pero ¿cómo haberlo sabido? Una pregunta más.
martes, 16 de junio de 2015
La limpieza
Esté tranquilo, esta cocina ha sido fumigada repetidas veces con potentes productos químicos de alta toxicidad. Es imposible que una cucaracha contamine su comida.
lunes, 15 de junio de 2015
Tribulaciones madrileñas del escritor tercermundista
Viernes. Seis horas en un autobús en dirección a Madrid, que nos recibe con una temperatura bastante fresca para esta época del año. Pero no importa, estoy lleno de entusiasmo adolescente: vamos a presentar mi novela y también el libro de Obituario. Oh, Madrid, que te ofreces llena de posibilidades. Habría que determinar qué tipo de posibilidades, claro, pero dejemos eso, hay preguntas más importantes. ¿Sabrá mi editor que soy pobre? ¿Sabrá mi editor que estoy pasando hambre en Madrid? ¿Sabrá mi editor que existo? Vemos la feria del libro, pero de lejos. Por un momento fantaseo que soy un escritor estrella y que mi editor me repite: «eres grande, Noguera, los lectores te adoran, la crítica te admira, las mujeres quieren engendrar tus hijos. ¿Cuál es tu secreto? Noguera, suena tu nombre en el Cervantes, en el Nobel. Noguera, te traduciremos a lenguas que aún no se han inventado». Pero esta ingente masa que se agolpa en el Retiro no sabe que existe mi libro. Qué indiferente es la realidad. Es una mujer desdeñosa que ni siquiera te dedica chistes crueles (eso requeriría atención).
Dejamos el Retiro y vamos a un bar donde Sonia presenta con Almudena Inmune ante bastante público, aunque nada comparado con lo que sucede después, cuando Amarna Miller aparece para presentar un libro que ha publicado. Incluso está allí Nacho Vigalondo, que le ha escrito el prólogo. Ah, siempre supiste que ahí estaba el dinero, Noguera. Haberte metido en el porno como consumidor no bastaba. Habrías conocido mundo, Noguera. Habrías conocido gente. Pero preferiste el lado pajillero de la vida. El camino fácil y licencioso. Te faltó siempre disciplina para todo, tío.
Sábado. Despertamos en Las Tablas, en casa de un amigo. Tenemos un largo día por delante, habría sido mejor poner la presentación de Fuera de trama y Obituario por la mañana. Es misericordioso adelantar las ejecuciones. Pero aguantamos. A través del frío y el cansancio conseguimos llegar vivos a Arrebato a las ocho de la tarde. Asisten varias colaboradoras de Obituario. Como Sonia, son guapas y talentosas, lo que hace que me plantee mi talento. Hablo sobre mi novela. Digo tonterías, pero breves. Pienso que Tonterías breves sería un buen nombre para un libro de relatos. Quizá para el próximo. Me pregunto si tendré que volver pronto a la autopublicación. Ninguna de mis ex amantes de Madrid aparece en la librería para comprarme un mísero libro. Ah, ingratas. Yo que os dediqué tanta tinta y lágrimas (por no hablar de otros fluidos) en las largas noches de insomnio. ¿Qué son quince euros? Veinte si te llevas también Obituario. Apenas nada y, sin embargo, tanto: un gesto de grandeza. Algo que compensara tantos desvelos pasados. Además, puede que nunca publique nada más. Hazlo ahora, que decía aquel poema de Goytisolo. Pero es inútil, estos pensamientos no convencen a nadie.
Después de la presentación, volvemos al bar de la noche anterior. Emily Roberts le habla a la velocidad de la luz a Sonia; Claudia, Pedro y Alejandra discuten opciones didácticas; yo miro la pared y sujeto la cerveza como si fuera mi tabla de salvación.
Dejamos el Retiro y vamos a un bar donde Sonia presenta con Almudena Inmune ante bastante público, aunque nada comparado con lo que sucede después, cuando Amarna Miller aparece para presentar un libro que ha publicado. Incluso está allí Nacho Vigalondo, que le ha escrito el prólogo. Ah, siempre supiste que ahí estaba el dinero, Noguera. Haberte metido en el porno como consumidor no bastaba. Habrías conocido mundo, Noguera. Habrías conocido gente. Pero preferiste el lado pajillero de la vida. El camino fácil y licencioso. Te faltó siempre disciplina para todo, tío.
Sábado. Despertamos en Las Tablas, en casa de un amigo. Tenemos un largo día por delante, habría sido mejor poner la presentación de Fuera de trama y Obituario por la mañana. Es misericordioso adelantar las ejecuciones. Pero aguantamos. A través del frío y el cansancio conseguimos llegar vivos a Arrebato a las ocho de la tarde. Asisten varias colaboradoras de Obituario. Como Sonia, son guapas y talentosas, lo que hace que me plantee mi talento. Hablo sobre mi novela. Digo tonterías, pero breves. Pienso que Tonterías breves sería un buen nombre para un libro de relatos. Quizá para el próximo. Me pregunto si tendré que volver pronto a la autopublicación. Ninguna de mis ex amantes de Madrid aparece en la librería para comprarme un mísero libro. Ah, ingratas. Yo que os dediqué tanta tinta y lágrimas (por no hablar de otros fluidos) en las largas noches de insomnio. ¿Qué son quince euros? Veinte si te llevas también Obituario. Apenas nada y, sin embargo, tanto: un gesto de grandeza. Algo que compensara tantos desvelos pasados. Además, puede que nunca publique nada más. Hazlo ahora, que decía aquel poema de Goytisolo. Pero es inútil, estos pensamientos no convencen a nadie.
Después de la presentación, volvemos al bar de la noche anterior. Emily Roberts le habla a la velocidad de la luz a Sonia; Claudia, Pedro y Alejandra discuten opciones didácticas; yo miro la pared y sujeto la cerveza como si fuera mi tabla de salvación.
domingo, 14 de junio de 2015
Encajar
El problema no es la ciudad y sus viejas estructuras, sino tú. No estás hecho para ella, pero tampoco es un drama tan grande. Pensemos en la vida, por ejemplo. La vida y sus viejas estructuras, hace ya tanto tiempo definidas.
sábado, 13 de junio de 2015
Madrid
Yo antes iba a Madrid por amor, después dejó de tener sentido, pues sólo quedaron deseos imposibles y recuerdos. Ahora vuelvo por algo parecido, la idea absurda e ingenua de la literatura. La creencia irracional de que alguien quiere un libro mío.
viernes, 12 de junio de 2015
Cierta lozanía
Siempre me dicen que aparento menos edad de la que tengo y creo que en esto me he escudado para no madurar como es debido. No ser una persona responsable es un problema grave, sí, pero las causas son físicas, como pueden ver, qué le voy a hacer yo.
jueves, 11 de junio de 2015
Revisiones
«Con Franco se vivía muy bien», dice mi padre, que se marchó a Suecia siendo veinteañero y regresó a España tres años después de la muerte del dictador.
miércoles, 10 de junio de 2015
La lucha de clases
Hay demasiadas cosas que nos separan, amigo: billetes y monedas. Ahora haces el esfuerzo de comportarte como uno de nosotros, pero es imposible, la cabra tira al monte, como dice el refrán. Tarde o temprano volverás con los de tu clase. La tuya no es más que una fase vital por la que pasa todo joven adinerado: la de querer estar con la gente común y compartir su suerte como si no fueras uno de los privilegiados que pisan esta tierra. Pero es imposible, repito, es sólo una breve mascarada. Te agradecemos el esfuerzo, sin embargo.
martes, 9 de junio de 2015
lunes, 8 de junio de 2015
El hombre que quería ser Henry Miller
—¿Qué es esto, Enrique?
—Una carta, Matilde.
—Ya sé que es una carta, no te hagas el inocente conmigo. Es una carta de otra mujer. De una mujer joven, de hecho. Modelo de desnudos.
—¿Y eso cómo lo sabes?
—Porque firma la carta, claro. Sólo he tenido que buscar su nombre en internet y escandalizarme de inmediato ante sus procaces fotografías.
—Pues sí, es una chica despampanante que se desnuda como medio de vida, pero todo esto tiene una explicación razonable.
—Ardo en deseos de escucharla.
—Quiero ser Henry Miller.
—¿Qué?
—¿Sabías que Henry Miller se carteó en la última etapa de su vida con una modelo de Playboy? Más de mil quinientas cartas se escribieron. Así, me ha parecido que la vía epistolar sería buen método de aproximación a Henry Miller. Como ves, no tienes motivos para estar enfadada.
—Una carta, Matilde.
—Ya sé que es una carta, no te hagas el inocente conmigo. Es una carta de otra mujer. De una mujer joven, de hecho. Modelo de desnudos.
—¿Y eso cómo lo sabes?
—Porque firma la carta, claro. Sólo he tenido que buscar su nombre en internet y escandalizarme de inmediato ante sus procaces fotografías.
—Pues sí, es una chica despampanante que se desnuda como medio de vida, pero todo esto tiene una explicación razonable.
—Ardo en deseos de escucharla.
—Quiero ser Henry Miller.
—¿Qué?
—¿Sabías que Henry Miller se carteó en la última etapa de su vida con una modelo de Playboy? Más de mil quinientas cartas se escribieron. Así, me ha parecido que la vía epistolar sería buen método de aproximación a Henry Miller. Como ves, no tienes motivos para estar enfadada.
Publicado en el número 27 de Obituario.
domingo, 7 de junio de 2015
Segunda edición, la nueva frontera
La frustración es el estado natural del individuo, siempre que el individuo sea yo. ¿Cuál es el nuevo desafío (por no llamarlo queja)? La segunda edición, claro, ese oscuro objeto de deseo, ese dulce pájaro de juventud o algo así. En principio no tendría que ser tan difícil, bastaría con sacar una primera tirada muy reducida para que se agotara pronto y así poder engañarse con el éxito de una segunda edición. Pero, ay, tendría que ser una primera tirada de diez ejemplares, como mucho. Pensemos en mi primer libro, del que se editaron cien ejemplares y todavía no he logrado vender ni la mitad dos años después. Vender centenares de libros parece imposible. Sin embargo, las calles están llenas de personas.
sábado, 6 de junio de 2015
Las fotos
Las fotos antiguas son ventanas por las que los muertos se asoman al
mundo de los vivos, ¿sabe? Yo por eso las tengo siempre tapadas con unas telas. Unas cortinas firmemente cerradas ante la muerte.
viernes, 5 de junio de 2015
Los vecinos
Los vecinos follan desaforadamente, felices de haberse encontrado (sobre todo en la cama). Qué lejos parecen los problemas del mundo con gemidos y sonidos de dos cuerpos chocando en el piso de arriba. Sirve de recordatorio de que uno vive para eso, para ese alegre desenfreno. Aunque es posible que no les agradara la idea de un vecino escuchando su acto de amor y filosofando sobre él.
jueves, 4 de junio de 2015
El escritor fantasma
Sí, es verdad que vivo aquí, señor sepulturero. En el cementerio, con mis iguales, los muertos. Pues sepa usted que soy un escritor fantasma y, por tanto, decidí que este era mi lugar. También podría encantar una casa, sí, pero nadie se merece ese tormento. Salvo algún editor, claro, pero no sé dónde vive ninguno.
miércoles, 3 de junio de 2015
Desenmascarado
«Tú eres un hijo de puta», me dice una escritora. «¿Por qué?», pregunto yo. «Porque tienes cara de hijo de puta», sentencia.
martes, 2 de junio de 2015
Grandes esperanzas
En realidad, yo me metí en esto de la literatura con la fantasía de que algún día, en algún lugar, una chica lea mi libro desnuda.
lunes, 1 de junio de 2015
El espía
En busca de inspiración, me llevo el portátil al comedor. La ventana da a un patio interior; en concreto, está justo frente a una ventana por la que se puede ver el pasillo del edificio, permitiendo espiar el trasiego de vecinos. No es muy evocador que digamos a la hora de escribir, pero sí indiscreto.
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