lunes, 30 de mayo de 2016

La grandeza

—Buenas, vengo por la grandeza.
—¿Tiene usted cita?
—Llevo años llamando.
—Ya, como todos, pero eso no responde a mi pregunta. ¿Tiene usted cita o no?
—Pues la verdad es que no, pero si me dejara pasar un momento, sólo cinco minutitos...
—Váyase de aquí antes de que llame a seguridad.

1 comentario:

Microalgo dijo...

A la grandeza se accede las más de las veces por empecinamiento (y en ocasiones no merecía la pena), y unas poquitas por casualidad.