—Mariano, quiero el divorcio.
—De eso nada, la unidad de este matrimonio es innegociable.
—¿Qué?
—Yo no dialogo con separatistas, la ley española dice que estamos casados y hay que respetar la legalidad. No cedo ante tu desafío.
—Pero la ley española también dice que puedo pedir el divorcio.
—¿De verdad? ¿Y la europea?
3 comentarios:
El calvario de muchas mujeres, hace cuarenta o cincuenta años -atadas a una pareja que ya no querían-, traspasado a la realidad catalana actual....
y el de muchos hombres!
Torpes. Son torpes.
Vamo a vé.
Yo ni quito ni pongo President, pero un jefe del ejecutivo (nacional, digo), con dos dedos de frente y que no quisiera la independencia de Cataluña, ya habría hecho un referéndum. Cuanto más tiempo pase, peor. La diñan votantes viejos (de derechas) y cumplen dieciocho votantes jóvenes (de izquierdas y/o separatistas). El tiempo está a favor de los goodbyes. Así que debieron espabilar hace ya un par de legislaturas.
Ahora, a joderse.
Creo que el fallo, la premisa falsa, está en lo de los dos dedos de frente.
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