sábado, 1 de noviembre de 2008
What is matter?
Never mind. What is mind? No matter. Y otras preguntas tontas que nos hacemos, sensei. What is love? Baby, don't hurt me, don't hurt me no more. Disquisiciones de borracho, sensei. El otro día una chica me mandó una foto de su culo y yo me dije: así me gusta, basta ya de seducirme con poemas. Otra me dijo que estaba enamorada de mí, pero yo lo achaqué a esa locura femenina que les hace decir una cosa y a los cinco minutos negarla. La tercera chica de mi historia personal de los últimos días fue la de siempre, la primera, la que decidió cambiar mi vida, aunque en realidad ella no decidió nada, fui yo quien la eligió un día. No nos remontemos al principio, hablemos sólo de lo que pasó el día de autos. Estuve en su piso, que era una mezcla de diseño moderno y edificio en ruinas. Una pena todo, con lo bohemia que era, que se vestía un día de azul, otro de rojo, y llevaba bombín cuando tenía dieciséis años. La vida pequeñoburguesa, que lo deteriora todo, incluso el amor. Acabamos, no sé cómo, en una tetería hablando de literatura y de canciones de Jacques Brel que yo le susurraba al oído mientras deslizaba una mano entre sus piernas. Aquí no, me decía ella, pero dónde entonces, preguntaba yo. Siempre la cobardía, sensei, jodiéndolo todo. Si tú quieres a otra, a mí sólo quieres follarme, se quejaba ella, y yo contestaba: de qué me estás hablando, si yo no quiero a nadie.
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