Toda esa literatura de la mujer que salva al hombre me ha jodido la vida, se dijo. Me engaño cuando pienso en ti. No hay nada más que esta desesperación. Y sólo ofrecen dos respuestas: la mierda psicópata de "todas las personas son sustituibles" o la mierda voluntarista de "todos vamos a ser muy felices". Es domingo, 18 de noviembre, hace frío en la calle. Ningún hombre es una isla, sólo yo.
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