Sentir orgullo por ser español tendría sentido si uno tuviera que esforzarse mucho para alcanzar la españolidad. Que uno dijera cosas como: «por fin he logrado la españolidad, me ha costado treinta años de duro trabajo». Estaría bien, por ejemplo, que tu nivel se determinara como en las artes marciales, según el color de tu cinturón. «Yo es que soy cinturón negro en españolidad, hijo de puta». Pero no: resulta que ser español es algo puramente accidental y que no requiere ninguna acción por tu parte. Patriotas del azar, que podría ser el título de una novela. O de un disco de música pop.
3 comentarios:
No es una cuestión de méritos, sino de tradiciones, y por tanto no se trata de lo que tú ganas, sino de lo que has recibido por pertenecer a un lugar rico en historia y cultura, porque "tradición" significa "entrega", pero otra cosa es saber dar valor a lo te vino dado. Porque no es lo mismo dar que perder, ni apreciar lo que eres que despreciar lo que vales.
Si nos vieran por un agujerito.
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