Hace diez años, más o menos por estas fechas, estaba yo cortando con mi novia de entonces, una chica que me detestaba (lo que ha sido la norma durante casi toda mi vida, por cierto). Ah, qué de cosas vividas a partir de aquel momento. Recuerdo que el maltrato al que me había acostumbrado me afectó a la hora de relacionarme con otras chicas después. Tuve que aprender que, a priori, no había necesariamente un comentario ofensivo esperándome a cada instante. De haber contado con ese conocimiento, seguro que me habría ido mejor con aquellas chicas. Ninguna mujer se enamora de la inseguridad de un hombre. Ni de la devoción que éste le muestra, supongo.
A veces me pregunto qué habrá sido de mi ex novia, si habrá madurado en esta década o seguirá siendo aquella persona tóxica. Lo último que supe es que se había casado en Inglaterra con un tipo de allí. Tal vez hace falta irse a otro país para cambiar de personalidad.
1 comentario:
No, no se cambia.
¿Ha oído hablar de la disciplina inglesa? A algunos de por allí les va la marcha. Como lo oye.
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