miércoles, 8 de julio de 2015

El calor

El calor, la sed, las ventanas abiertas en un intento inútil de refrescar la habitación, que se llena del olor a tabaco de algún vecino que fuma. Las posibilidades de morir aumentan: si no es por deshidratación, lo será por cáncer de pulmón. Me pregunto si podría cargarme al vecino con la excusa del calor, alegar que perdí la cabeza por las altas temperaturas y no sabía lo que hacía. Es algo muy normal, señor juez, piense usted en las personas que se pierden en el desierto.

2 comentarios:

Sofya dijo...

Cierto es que cuando nos perdemos cabalgamos en tu todo vale casi embriagador.

Un saludo Gabriel!

Microalgo dijo...

Ponga "La Pasión Según San Mateo" a toda hostia, para hacerle ver al vecino su descontento. Pero no la de Richter, que dura menos. La versión de Gardiner, que dura más de tres horas.