Es tan difícil enamorarse. Yo lo sé bien, caballero, pues fluctúo entre lo decimonónico y lo pornográfico. Paso del «eres tan bonita, mucho más que la vida» al «qué haces todavía vestida: quítate la ropa y ponte de rodillas» en décimas de segundo. A veces todo es simultáneo, como el amor y el desamor. Es tan fácil enamorarse y tan difícil recordarlo al día siguiente.
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