viernes, 24 de septiembre de 2021

El velo de maya

Soñé mucho con mi padre las últimas semanas. Pero nunca dejaba de estar enfermo en los sueños, como si su enfermedad fuera tan grande que ni la ficción pudiera derrotarla. También puede ser que haya sobreestimado mi imaginación, claro. Al menos lograba que andara, aunque con dificultades. Recuerdo que en uno íbamos paseando por la calle, él apoyado en mí, y de pronto nos abordaba una anciana con aspecto de prostituta sifilítica o politoxicómana en las últimas. La vieja le decía algo a mi padre que yo no entendía. Él se enfadaba, aunque noté que tenía miedo. La vieja le lanzaba un cigarrillo encendido al cuello. Yo sujetaba a mi padre, que temblaba de pánico e ira y parecía que fuera a caer al suelo. Quizá la vieja fuera una representación de la muerte. Como he dicho, mi subconsciente no destaca por su refinada imaginación.

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