Un día me gastaré de una tacada cien euros en libros, fantaseaba cuando no tenía ingresos. Pero ahora pienso en lo que me ha costado ganarlos y que es un despilfarro muy grande, que es mejor racionar el dinero pensando en el futuro y blablablá. En fin, un rollo, no se puede escapar de la miseria mental. También me gustaba pensar cuando era chaval que un día al ser adulto me comería de una sentada una tableta de chocolate o desayunaría helado y ahora me lo impide la idea de la vida sana, las calorías y demás. Nunca se puede ser libre.
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