sábado, 31 de agosto de 2019

La perfección

—Señorita, es usted perfecta.
—Gracias.
—Necesito follar con usted.
—¿Cómo dice?
—Porque es usted perfecta, repito, y me gustaría acceder a la perfección al menos una vez en la vida. Sea compasiva.
—Perdone, pero no me parece un motivo de peso. No es culpa mía que no haya accedido nunca a la perfección. Es más, digamos que soy perfecta: ¿acaso es usted digno de la perfección?
—Es verdad, me parece justo. ¿Y una paja?

2 comentarios:

brenllae9@gmail.com dijo...

Uff, mendigar tampoco es propio de la perfección. Saludos.

Ikana dijo...

Hay que morir intentándolo xD