viernes, 29 de septiembre de 2017
Los patriotas
El español medio asiste casi a diario a los discursos de los patriotas y no entiende nada. Porque uno pensaría que el sueño de un patriota es que su país sea un modelo a imitar y envidia del resto del mundo. Pensaría, por tanto, que el patriota está interesado en mejorar su patria y quiere que sus conciudadanos vivan bien, ya que forman parte de ese país que tanto dice amar él. Lo lógico es pensar que le interesa que España sea un estado moderno, vaya. Pero esto sería la teoría, claro, porque luego muchos españoles ven al patriota bajarle los pantalones al país cuando viene un magnate a exigir que se cambie la legislación para que instale aquí sus casinos. A lo mejor es que el patriota es sólo patriota de su bolsillo y España, ese concepto del que tanto habla, no es más que un solar a vender o alquilar, piensa el mal español. Porque el buen español no duda. El buen español ignora la realidad y acepta la versión oficial. Poco importa que en el exterior se dé imagen de país de pandereta y que no se beneficie en nada a la sociedad española. La duda es antipatriótica. ¿Que se favorece a un magnate extranjero? Pues eso será, señor mío, porque el magnate extranjero en realidad es español, aunque no lo sepa. De hecho, es más español que los españoles y por eso se le da más. ¿Que se desahucia a españoles? Pues eso será porque en realidad no lo son aunque ellos crean que sí. Haber puesto un casino en vez de pedir una hipoteca, hombre, eso le pasa por egoísta.
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2 comentarios:
Aunque las bocas más sucia empleen con frecuencia determinadas palabras, estas no se ensucian, pero a mucha gente le sonarán peor.
Cuando alguien dice "Patria" cerca de uno, conviene tentarse el bolsillo para ver si aún sigue allí la cartera.
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