martes, 19 de abril de 2016

Hijos

—Hay alguien en casa.
—¿Un ladrón?
—No sé, parece un niño llorando.
—Ah. Es nuestro hijo, que nació hace unos días.
—¿Y ahora tiene que vivir con nosotros?
—Hasta los dieciocho años, al menos. Tal como está el país, será más.
—¿Un compañero de piso casi vitalicio? ¿Y el casero está de acuerdo con esto?
—Dice que los niños no están considerados como animales domésticos, a pesar de sus reclamaciones al ayuntamiento.
—¿Será fácil la convivencia con otra persona? ¿Sabes si el niño acepta nuestra forma de organizarnos?
—No sé, no le he preguntado. Lo mejor será que le enseñes y ya se acostumbrará.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Reflejaíto me veo.