jueves, 6 de agosto de 2015

Orgullo y prejuicio

—Buenos días, me gustaría salir a bolsa.
—¿Cómo dice, señorita?
—«Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa».
—¿Qué?
—Míreme: soy una mujer joven y hermosa, mi valor es indudable. Por eso deseo que mis acciones (mis risas, mis besos, etcétera) se vendan en el mercado de valores y los ricos solteros se peleen por ellas. Me casaré con el que adquiera el paquete más grande, pero deseo mantener la mayoría de mis acciones, no quisiera perder el control de mi persona.
—Señorita, esto es altamente irregular.
—Lo que pasa es que está usted lleno de prejuicios.

Publicado en el número 28 de Obituario.

2 comentarios:

jordim dijo...

Estoy de acuerdo con ella, sí.

Microalgo dijo...

"El que adquiera el paquete más grande" despista de la narración, porque uno, que tiene la mente sucia, reformula la frase con un "el que tenga", y así no hay manera.