—Le agradezco que haya aceptado esta entrevista para nuestra revista.
—Fue por el concepto. Me gustó eso de follar para romper el hielo y responder con sinceridad.
—Sí, la gente se pone sincera y filosófica después del sexo, mi jefe lo leyó en un artículo.
—Eso está bien, pero el caso es que me ha entrado algo de sueño, ¿no podemos hacer la entrevista mañana, durante el desayuno?
—Imposible, durante el desayuno es cuando viene la conversación incómoda, el arrepentimiento, la resaca.
1 comentario:
Esas ofertas de entrevista solo se rechazan por miedo a las represalias.
Que puede haberlas, ojo.
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