jueves, 5 de diciembre de 2013

Una historia corta de desamor

—Sí, aún me estremezco cuando oigo tu nombre. Aunque sólo lo oigo cuando lo digo en sueños (y estremecerse es muy molesto para dormir).

2 comentarios:

Pommette dijo...

no lo parece pero se hace tierno.
gracias.

Microalgo dijo...

Esa maldita palabra repleta de "es"... cuando sí, malo. Cuando no, chungo. No tiene uno escapatioria, con ella...

Yo sé que el amor es la mayor de las farsas. Y sí, también la mejor, por supuesto (Lenisio Dimas: Raramente tengo ideas).