Ustedes quieren ahora fusilarme por mis supuestos crímenes y respeto su deseo, pero les pido que reflexionen un momento: ustedes se definen como «provida» y yo soy joven, fértil. Podría tener tantos hijos. ¿Qué pasa con esos niños futuribles? Quedan condenados a la no existencia, cuando siempre hablan ustedes de los derechos del no nacido. Si me matan, está claro que todos mis hijos jamás llegarán a existir. Podrán alegar, claro, que su ley se refiere a los concebidos, pero yo he pensado mucho en todo este asunto: son niños concebidos, en mi imaginación.
1 comentario:
Argumento irrefutable.
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