lunes, 1 de julio de 2013

La vida épica

Hago guardia, piensa el hombre que espera a su mujer frente a los probadores de la tienda de ropa. Hago guardia para que mi mujer pueda cambiarse con tranquilidad, sin miedo a ser asaltada por maleantes. Mi presencia aquí es de una importancia vital. Soy el guardaespaldas de mi mujer. Estoy aquí y ella respira tranquila mientras se prueba una blusa o una falda. Estoy aquí mientras dure el mundo, lo que parece que va a ser mucho.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Es mejor asomarse repentinamente y decir "¿A ver cómo te queda eso, querida?".

Los probadores son unos generadores de morbo increíbles.