martes, 18 de noviembre de 2008

Silencios

Estoy en Berlín pasando frío junto a la chica. La chica, que es de otro. La beso y la abrazo, pero luego se va a dormir con otro. Qué no haría yo contigo, pienso, pero no lo digo. Qué rubia te has puesto, pienso también, pero tampoco lo digo. Me rompes el corazón cuando sonríes así, cuando te tocas el pelo, pero me callo. Hay que ser Bogart para poder decir ciertas cosas y no hacer el ridículo. Además, tú eres la chica más bonita del mundo y estarás acostumbrada a oír cosas parecidas. Yo siempre quiero ser original, es el deseo de no ser como los demás. Mejor entonces callar y disimular, claro. Aunque bien sabes que te digo cosas peores. «Fúgate conmigo», por ejemplo. «Tengo un avión esperando», aunque es mentira. Se me olvida siempre que esto es la vida real, será por mirarte demasiado. Y más tonterías que callarse. Yo te haría reír, tú me harías escribir una obra insospechada. Yo quiero ser quien te quite el sueño y la ropa.

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