Quizá donde más choquemos mis alumnos y yo sea en los gustos musicales, como históricamente ha sucedido entre profesores y estudiantes. La diferencia es que a mí entonces, y también ahora, me gustaba la música rock. Éramos chavales con insatisfacciones vitales que no sabíamos resolver y encontrábamos algo de sentido en una actitud rebelde y letras de canciones que elevaban nuestro ánimo o ensanchaban nuestra percepción de la realidad. La sensibilidad de esta época va por otro lado, según veo. Las canciones de reggaeton hablan de follar y poco más; van a lo concreto, esta juventud es más sabia que la nuestra.
3 comentarios:
Y chilaud, rap, hip hop, trap, flamenco-trap o flamenco urbano impulsado por Rosalía... También dicen otras cosas.
Música urbana desde rebelde a violenta.
Yo sólo puedo hablar de mis alumnos.
Yo tengo otra teoría. Escuchan música que saben que es una mierda un poco por vacilar. En plan: sí, escucho mierda viva, qué pasa.
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