viernes, 26 de marzo de 2021

La semilla del diablo

Lleva ya un tiempo Sonia manifestándome su deseo de tener un hijo conmigo. Me parece increíble que una mujer quiera combinar sus genes con los míos. Sobre todo si pensamos que históricamente me costaba conseguir incluso un beso. Es cierto que Alba alguna vez habló de ello («nuestros hijos van a ser muy guapos»), pero las cosas que me decía Alba pertenecían casi siempre al reino de la ficción. Es extraño todo esto. Y halagador. En cualquier caso, ¿sería yo un buen padre? Los hijos siempre creen que los padres tienen todas las respuestas, al menos al principio, y no sé si yo sería capaz de simular algo así de una manera convincente.

1 comentario:

Ikana dijo...

¿Sabes que por eso luego nos sentimos perdidos? Porque nos damos cuenta, conforme somos adultos, que los adultos no tenían todas las respuestas...