«With the whole world crumbling, we pick this time to fall in love», le decía Ilsa a Rick en Casablanca. Hay que saber escoger los momentos, pero el mundo pocas veces quiere colaborar. Así, 2020 ha puesto muy poco de su parte. Sin embargo, logré terminar el máster, mi tercera novela (ahora comienzo de nuevo la larga odisea para llegar algún día, si la suerte acompaña, a la Ítaca de los libros publicados) y comencé a trabajar en un centro de secundaria con chavales que no tienen ningún interés en lo que trato de explicarles (pero me pagan por ello). El mundo se derrumbaba y a mí me iba incluso bien. Todo es muy extraño.
1 comentario:
Oye, por una vez
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