miércoles, 30 de diciembre de 2020

Una aventura

Llamaron a la puerta. Eran unos tipos trajeados que pretendían que apoyase su causa, algo de recuperar el trono en un país lejano. Me pregunté por qué aventurero me habrían tomado, aunque era bastante halagador. Pero me explicaron que lo que deseaban de mí era apoyo económico. Es decir, si tenía algunas moneditas sueltas que darles para que al menos pudieran tomar el autobús. Las aventuras ya no son lo que eran.

1 comentario:

Ikana dijo...

Estaría el grupo completo