Las mujeres de mi vida me leyeron en un momento concreto y después dejaron de hacerlo. El ciclo vital de lectura. Al principio rellenaban los huecos entre líneas, que el lector también colabora en el proceso de creación, e imaginaban vete a saber qué de mí. Luego me conocían y había una breve luna de miel. Después se desencantaban. Ya no quedaba nada por leer aquí, la soledad es un género literario de poco éxito. A veces me pregunto si alguna, llevada por la mera curiosidad o una celebración de los viejos tiempos, habrá adquirido alguna de mis novelas, pero no lo creo.
1 comentario:
Alguien está tristón hoy
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