El viento de la memoria agita los recuerdos. Y está bien que sea así. ¿De qué otro modo podríamos sobrellevar este tedio? ¿Esta calma absoluta en este parque en el que ya no pasea nadie? Sería demasiado aburrido permanecer sentado en este banco sin la compañía al menos del rumor de las hojas. Estas hojas otoñales que acabará llevándose el viento.
1 comentario:
¿Y dejarse llevar por ese mismo viento?
Publicar un comentario