—Hola, Lovecraft.
—Hola, ¿con quién hablo?
—Lo sabes perfectamente. Soy Cthulhu.
—Ah, perdona, no había reconocido tu voz. ¿Estás acatarrado?
—Un poco. Es la humedad, ¿sabes?
—Ya. Yo también tengo en las paredes del sótano.
—Ya casi nunca hablamos.
—Es que he estado muy ocupado últimamente.
—Yo creo que me evitas.
—Claro que no, no digas tonterías.
—Es por Yog-Sothoth, ¿verdad? Te estás viendo con él.
—¡No me estoy viendo con nadie!
—¿Me lo prometes?
—Te lo prometo. Si apenas salgo de casa, me encuentro mal del estómago.
—Ve al médico, que igual es algo serio.
—Lo haré.
—Cuídate, ¿vale?
—Tú también.
Publicado en el número 48 de Obituario.
1 comentario:
¿Con qué tentáculo habrá cogido el teléfono?
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