«Pero no me quedan fuerzas, ése es el problema», escribe Tarkovski en la última entrada de su diario, catorce días antes de morir. En esas dos semanas de lenta agonía hasta su fallecimiento no anota una sola palabra más. Ni siquiera había fuerzas para eso.
1 comentario:
Lo que envolvía la grifa debió ser el problema.
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