—Ya son doce años juntos, Noguera.
—Sí, amo. Y cada uno mejor que el anterior.
—Así me gusta. Pero no sé yo si te estás esforzando lo suficiente, me dicen que encuentras tiempo para escribir otras cosas.
—Infundios, amo. Si escribo otras cosas es porque le quito tiempo a comer y dormir.
—Menos mal que no pierdes el tiempo en follar.
—Menos mal.
—¿Qué estás escribiendo ahora? No será una segunda parte de Fuera de trama, espero.
—No, aunque tengo una idea para ello, deme unos años. Ahora trabajo en la historia de un perdedor, un tipo despreciable sin ninguna virtud.
—Autobiográfica, entonces.
—Bueno, uno escribe de lo que conoce.
—Ajá. Ya sabes que me encanta charlar contigo, pero bastante te has distraído hoy: estos campos de blog no se van a trabajar solos, Noguera.
—Enseguida me pongo a ello, amo.
—Bien, pero hagamos una cosa, por mantener la disciplina. ¿Cuántas entradas llevas ya?
—Tres mil novecientas sesenta y nueve.
—Pues tantos latigazos para ti.
—El amo es justo y sabio.
1 comentario:
¿Tres mil novecientas sesenta y nueve?
Qué decepción. 365.25 x 12 = 4383. Así que ha estado 414 días sin dar palo al agua, ¿hein?
Tch, tch. Así, sin disciplina, no vamos a llegar a ningún lado. Hale, a recuperar esas 414 entradas. A paso ligero. Ar. Que no me entere yo.
(Felicidades por la efemérides, a todo esto).
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