Ya está, ha sucedido, tengo la edad que tenía el príncipe de los enanos. Pero es normal, han pasado doce años, ¿acaso creía que el tiempo no corría para mí? Sin embargo, no podría estar más lejos de él y, al mismo tiempo, de quien era yo entonces. ¿Quién soy ahora? Una versión diferente de mi yo anterior, pero no diremos que nueva. No, más bien soy una carcasa bastante magullada con un programa híbrido en su interior: datos viejos con datos algo más modernos. Los cristianos creen en el diseño inteligente, pero lo mío es una amalgama improvisada en pobres condiciones.
1 comentario:
Si los cristianos creen en el diseño inteligente, que expliquen un consejo de ministros.
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