Escribir con este calor es imposible, se derriten las ideas y la mejor disposición. Uno quisiera escribir bajo el dulce ronroneo del aire acondicionado, claro, pero eso no está a mi alcance. Un clima interior agradable. Aunque, bien mirado, quizá me entrase modorra entonces y me pasase el día durmiendo siestas interminables sin escribir absolutamente nada. Entonces me quejaría del aire acondicionado y buscaría morir de calor para tener las neuronas despiertas o algo así. Es un tema complejo.
1 comentario:
23ºC.
Es lo suyo. Hágame caso.
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